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R. CÚNEO - VIDAL
la comunidad, como que representó, en substancia, la sangre de la
primitiva madre
y
la de la primitiva hermana mayor.
Se suele decir que el aillo andino fué el equivalente del
gens
latino, del
clan
escocés
y
del
mir
eslavo, con los cuales, en verdad,
tuvo cierta semejanza, más aparente que real.
Lo que· verdaderamente constituyó la originalidad del aillo
andino consistió en que lo que para la familia aria, punto de par–
tida de la familia asiática·
y
europea, fué
el individuo,
en posesión
de una
personalidad detierminacia
y llamado a ejercer una suma de
deberes
y
de derechos
individuales,
lo fué, para la collagua, y
sucesivamente para la quechua, ·el
,aillo,
dueño de una personali–
dad
de C<onjunto,
dentro de la cual desapareció la personalidad
limitada del individuo, como tal
individuo.
En este sentido, el
individuo
de las colectividades andinas
antiguas
y
modernas,
n.o
poseyó derechos,
ni
estuvo sometido a
deberes de carácter
individual,
·ni revistió, si hemos de decirlo en
. menos palabras,
u
ersonalidad determinada.
Fué el
aillo
1 'ue poseyó derechos, ejerció deberes,
y
revistió
una personalidad conjunta.
Es éste u
punto
ae
a sociología andina cuyo conocimiento
es por demás importante.
Se ha creído que dentro del marco del llamado
comunismo
peruano
no existió la propiedad tal cual nosotros la concebimos
dentro del marco de la sociedad a que pertenecemos, mas cabe
qecir que si bien entre los antiguos peruanos no ·E?Xistió
la propie–
dad individual,
cual entre nosotros acontece, existió, positivamen–
te, la
aillal,
o sea la
colectiva,
·cimentada en las más antiguas tradi–
ciones de
l~
raza;. propiedad que el mismo Inca no habría podido
cerc,enar en tiempo alguno.
Una colmena, dentro de la cual no cabe concebir la propiedad
individual
de las síngulas abejas que la componen, mas sí la
co–
-
lectiva
del enjambre, es una perfecta imagen del fenómeno eco–
nómico social relacionado con el aillo andino
y
con la propiedad
colectiva aillal que venimos enunciando.