- 81 -
En la calle principal, está la iglesia :
la antigua "catedral", en donde el célebre
cura Cao predicaba aquellos sermones
anatematizando "la embriaquez y las
farras", después de h aber pasa-do una
noche de verbena en copiosas libaciones
de chicha y miztela; el templo en donde
se oficiaban misas cantadas y maitines
con acompañamiento de arpas y quenas,
por falta de armonium.
Allí
fué donde,
Monseñor Sagaresse, realizó mas de un
te-deum para solemnizar las fiestas pa–
trias, comenzando invariablemente su
oración patriótica con la sig uiente frase
que nunca pudo decir en castellano: "ga–
senno masse de dresiende gañe que Cris–
toforo Colombo con la Sanda María, La
Pinda e la Ñifia . .. " etc.
Frente a la iglesia, está la pequeña pla–
za que ocupa .media manzana, rodeada de
calles y, al sud de esta, el viejo cabildo
que es hoy el asiento de las autoridades
municipales y la oficina del Registro Ci–
vil,