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la consh·ucción del Ferrocarril a Bolivia,
dividiéndose su actividad comercial entre
las plazas de Jujuy y de La Quiaca.
La vía férrea, ha facilitado enormemen–
te el transporte, reemplazando las tropas
interminables de mulas cargueras, por
grandes wagones que en su rápido desli–
zamiento acortan las distancias y el tiem–
po, desapareciendo e_sa especie de con–
vención que repartía por igual, entre los
compradores y vendedores, las molestias
del largo recorrido y del transporte a san–
gre por laderas y caminos pedregosos.
El pueblo da Humahuaca, conserva
aún con orgullo la tradición de su pasado,
y la edificación chata de corte puramente
colonial, demuestr.a el cal'{acter español
de la colonia, que predomina no obstan–
te el cosmopolitismo que asoma en el ho–
rizonte y la sangre aborigen, casi sin mez–
cla, de los Quipildor, los Limptay, los Ma–
mani y otros apellidos así, que perdu–
ran en la sociedad y en el comercio regio–
nales.