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SAN LUCAS. VIII.
30
J esusasty hisqte;
¿
Cu–
nasa sutimaja
?
Supayasty
sigua: Legion; camisa hal–
loja supayanaca mantapjana.
31
Acanacasty mayipje hani
abismoro quitayasiñapataqui.
32
Halloja cuchinaca ha–
watisipgana , supayanacasty
J esusaro maypje cuchinacaro
n:iantañataqui,
J
esusasty
hallá
s1gua.
33
Ucapacha Supayanaca,
baqueta mistusin, cuchinacaro
mantapje, cuchinacasty cot–
taro halantasin hiwapje.
34
Aca ufijausin
cuchi-ha–
watirinacaja sarjapje marca–
nacaro, estancianacaro, chug–
llanacaro, aca yatihiri.
35
Hanquenacasty uñjiri
mistunipjegua, Jesus hicja–
tapje; ucapacha uñjapje ca–
yuparo supayanacata q uespi–
yata baque; sintiwa agsarapje
aca uñjausin.
36
Uñjirinacasty yatiyap–
jegua camisa Jesusaja maya
haque quespiataina supayana–
cata.
37
Gerasenosan utjiri ha–
quenacasty, Jesusa mayipje
sargañapataqui, camisa hu–
panacaja sinti hagsarapje ;
ucalaico
balsaro
roantasin
sarge.
las prisione ,
y
acosado
d 1
demonio hui a a los desierto ·.
30 Y
J esus le prcgnnt ' ,
y
dixo : ¿Qué nombre tiene
tú
?
Y él
respond
i ' :
Legion :
porque habian entr do en
' l
muchos demonios.
31 Y
le rogaban, que no
les mandase ir a l ab ismo.
32
Andaba allí una grand
piara de cerdos pacie ndo en
el monte: y le rogaban, que
les permitiese entrar en ellos.
Y
se lo permitió.
33
Sal iéron pues los de–
monios del hombre, y en–
tráron en los cerdos : y luego
los cerdos se arroj áron por
un despeñadero impetuosa-
mente en el lago,
y
se aho-
/
garon.
34
Quan<lo esto viéron los
pastores, huyéron, y lo dixé–
ron
~n
la ciudad,
y
por las
granjas.
35
Y
saliéron á ver lo que
habia sido, y viniéron
á
Jesus:
y hallár<?n sentado al hombre,
de quien habian salido los
demonios, que estaba ya ves–
tido, y
en
su juicio
á
los
pies de él,
y
tuviéron grande
miedo.
36 Y les
contáron los que
lo habían visto, como babia
sido librado de la legion :
37 Y
le rogó toda
la gente
del .territorio de los Gerase–
nos, que se retirase de ellos:
porque tenían grande miedo.
Y él
subió
en
el
barco,
y
se
volvió.
"