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dos mandamientos son la suma de toda la ley
y
de lo:- profetas" (
1)
Estos dos grandes amo·
res estás siempre unidos en el sacratísimo Co–
razón de J e-;ús, levantando un incendio, cuya
luz
y
cal<>r son más vivificantes que los del sol
qne animan y alumbran al mundo entero. Los
q_u e quieran ser i 1nitadores de ese caritativo
coraz,)n, deben unir los hechos á las palabras,
practicando
las ob ras de misericordia con el
pr6jimo sea bueno
_6
m<llo, y socorriéndolo con
proporcionada
1
imosna, la que no es de simple
conse jo stno de riguroso precepto impuesto por
el misnJO nu estro Señor Jesucristo.
DEPRECACfON.
Cari tativo Co razó n de mi adorado Jesús: vos
que sois el foco ine. tingulble de la verdadera
<.:aridad, preparad mi corazón para praciticarla
y ser así digno discípulo vuestro. Os ruego
humildemente, que por vuestros propios y al–
tísimos méritos, mi almc> se compadezca de los
afligidos, dé consejo
á
los ignorantes, consuelo
á
los tristes; que deis facilidad
á
mis manos
para dar limos na, y á mi corazón para perdonar
las deudas y olvidar las injurias, para amar á
los que me aborrecen y hacer bien á los que
me han hecho mal; que tu gracia me inspire
tanto amor
á
la virtud como aborrecimiento al
vicio; que posponga siempre los pasajeros c..mo–
res y placeres de la tierra á los eternos del cie–
lo.
Aquí se reza un Credo
al
caritativo Corazón deJe-
(r) Evangelio de San Mateo Cap.'
22 .