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Dos maneras hallo yo para esto: la una que se inventasen
nuevos caracteres aplicables a las
pronunci~ciones
de que care–
cemos nosotros; pero aunque ésta .sea la más propia y mejor
ma11 era. tiene un inconveniente muy grande; y es que, si no
hubiere maestro de escuela que enseñe a pronunciar aquella
nueva forma de letras, sólamente el inventor de ellas sabrá pro–
nunciarlas; por esta causa tengo yo por mejor la otra manera,
y es que usemos de las
mism.asletras que tent:mos en castella=
no, duplicándolas o acompañándolas con otras, o como mejor
pareciere; y así duplicadas o acompañadas se apliquen a la pro–
nunciación que fuere menester.
Porqu~
por una parte no se
extrañarán las letras, y acompañadas o dup licadas de aquella
manera, servirán de pronunciarse conforme a las reglas que
pa ra ello daremos. Y no es nuevo hacer esto:.porque la len–
gua italiana
y
la española usan de las mismas letras que la la–
tina, y para sus pronunciaciones particulares, duplican las le–
tras lati nas o las acompañan con otras; v. g.; en esta dicción
Amarillo,
aquellas do LL se pronuncia diferentemente que en
latín.
y
para escribir esto mismo en italiano, escribirían de este
modo,
Amarig/io.
Los españoles dicen
y
escriben de diferen–
te manera
Milla,
y
los italianos
Miglia,
todos pronuncian de
la misma manera ,
y
lo escriben de diferente modo, tomando ca–
da nación las letras latinas y acomodándolas a su natural pro–
nunciación con duplicarlas o acompañarlas con otras como es
fácil advertirlo; y pudiéramos traer otros ejemplos. Esto mis –
mo guardaremos en esta lengua.
De !alfabeto en esta lengua aimara
y
de su pronunciación
En esta lengua domina la pronunciación gutural y aspi ·
rada. Su alfabeto se compone de 38 letras. entre simples y
dobles, perfectamente adaptadas; estas son: A, c. ce. eh, chch.
chh, e, g, gh, h. hh, i, jg,
k
kk,
l~h.
l.
11, m, n, ñ, o, p, pp,
ph, q, qq, qh , r, s. t.
11,
th, u.
w,
x, y, z.
Divídense las letras en vocales y consonantes. Las vo–
cales, así llamadas, porque son producto de una sola emisión
dr. voz, que permite pronunciarlas solas, son cinco: a, e. i, o. u;