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EL AYLLU
estos signos existen algunos de naturaleza
puramente psicológica, expresados con todo
el colorido de un lenguaje pintoresco. Cuando
un aymara quiere dar
á
entender que se
refiere
á
los de su clan, ó, mejor dicho,
cuando con una sola expresión quiere nom–
brar simbólicamente al grupo al que perte–
nece dice
:
mancahjanaca.
Su traducción
sería
:
los de adentro.
Pero este vocablo
tiene una ehergía y valor tan subjetivo, que
no sería posible vertirlo al español. Pálida–
mente poaría traducirse por esta frase : los
que somos ó componemos el núcleo. Inversa–
mente, cuando se quiere dar el distintivo del
individuo extraño, Ja manera como se le
designa es, agregando inmediatamente al
nombre propio de Ja persona el del
aylltt
ó
estancia
á que pertenece. La asociación del
nombre personal al del grupo, hace pensar
en una lejana separación
y
distinción
de
los