EL AYLLU
contacto de otros cuerpos colectivos igual–
mente cerrados. La incorporación del mien–
bro facticio y el matrimonio exogámico,
llegaron á ser primeras manifestaciones de
esos movimientos centrífugos. Cuando la
gens
se agranda, el matrimonio entre miem–
bros de familias distintas es un paso inevita–
ble. Dentro de la tribu, después que la
gens
ha perdido su energía
celular~
se busca la
mezcla de familias sin repugnancia, y quizás
no se fene escrúpulo alguno en buscar
mujer en otra tribu. Pero este es un proceso
lento. Subsiste siempre una fuerza de con–
centración protectora que resurge cautelosa.
Puede ser que en el fondo eso obedezca á la
ley biológica de que la variedad de uniones
tiende
á
desviar el tipo tJniforme de la raza
y del grupo ó, como decía el mismo Garci–
laso :
<<
para no confundir los linajes
».
En las poblaciones
incásicas y aymaras