EL AYLLU
D'Orbigny, la nación aymara había conocido
la vida agrícola y pastoril de una manera
muy desenvuelta,
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de donde las ideas
sociales posteriores salieron germinadas, de
donde el · primer gobierno monárquico . y
religioso hubo nacido
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Comprobada la paridad entre el régimen
azteca y el incaico habría una razón de más
para sostener la identidad de este último
blos aymaras, encontraremos en las que nos
han dejado los cronistas peninsulares res–
pecto de propiedad comunista incásica, base
suficiente para reconstituir aquella organiza–
cion territorial.
Volvamos al régimen incásico. La orga-
1.
L'Homrne Américai n,
pág.
223.