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DE LAS LENGUAS AMERICANAS EN PAR1'ICULAR
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col.,
á
excepción de la
eis última , que son plena , en la–
cuales se in ertan las facultades concedidas por el Papa, por
· interctr ión ele! cardenal Ricbelieu
á
los cuatro misioneros,
inclu o al pache Breton, quepa aron
á
evíbngeliza.r en las Anti–
lla añade en 1635 ; la licencias para la impresión del libro,
y algunos elogios de la obra en prosa y en verso, entre lo
que se encuentra e
ta
cuíbrteta :
A.11
T.1J1·on
ele <Jhretien cillec porter la guerre,
A.lle::; nioissonner eles Lmiriers
Pom· vwincl'e par niel'
cf;
pwr terl'e,
Oe bivre feni plus que cent mille guerl'iers.
(Boinbicle D . B.)
Este libro es el complemento del número anterior, así en la
significación de Ja palabras equivalente como en el fraseo en
ambos idiomas, señalándo e además en él los vocablo
y
modo
dé hablar que on propio
y
exclu ivo
el
las mujere en la
lengua Caribe.
En la dedicatoria
á
su g·enero o 1Yiecenf1s, Lecl re, dice el
autor : « Sabiendo que yo tenía el bosquejo de un diccionario
sal aje, de antemano premeditado, no habéis querido dejarlo
imperfecto, así como el catecismo, por temor de que faltase
aJ–
o·una cosa á la fe de los débiles catecúmenos. Es la verdad que
la inju ticia saca de mi boca, con tanto más elogio cuanto la
empre a es más noble en su
fin,
más rara en su no>edacl
y
má
ventajosa en sus fruto . Obrando así imitáis á Dio , que no se
ha contentado de pronunciar en su lengua, ni de escribir en la
nuestra los misterios inefable de su augu sta, sino que baq ue–
rido articularlo palabra por palabra por el sabio mini terio ele
unf1 lengua de carne que ba pedido prestada, para hacerlos in–
telig·ibles á nuestros espíritus, por temor ele que el estilo angé–
.lico ó profético, de que se había ervido antes, por demasiado
elevado, no hiciese espe a ombra al alcance de nuestra vista,
haciéndolos inaccesibles;
y
a
í,
el catecismo e conciso en su