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tencion , sin podernos explica r como•
ha escaparlo n la perspicacia de frai–
les
i
con quista ~lores,
pues su interpre–
tación es tocla la trnjcdia ele Caja–
marca , cuyo odioso recuerclo se ha -
querirl o perpetuar
hajo
el
clisfraz
ele
.
un ba il e dt,slizado entre otros.
En t iempo del imperio
se
cantaha
la
huay llia
por las princesas
(ñusta ),
i
damas nobles
(pé.Llln)
ante
el
sobe–
rano
con azucenas
ele
plata; hoi
se
canta la noche del 24 de Diciembre,
a compañarla
de
chirimias i cascabe–
les en la célebre
misa de gallo,
á
las
q'
llamamos
huailfiias.'
En otros luga–
res se acostumbra hacerlo en
el
atrio
de los templos por jovenes nombra-.
da s
al efecto llamadas
hiwilías (huay–
!liak ,
ca ncionera) en cclebri,clad de
las
fiestas
u
otro acontecímiento. hailn
n–
<1
o con a ztlccnas de papel: Estas can–
tindas dice d señor Anchorena en
su .
Gramática quechua
"Cuando se can–
taba
p01·
la
jentc
del
campo,
se d<;ctan .
qu(va; a,
porque los primeros
q~te
las
[1) Lr•
r¡ue
canta ba acompañada de unos. villan–
cicos
al
niño Jesus,
el n:rso
llaRlado de
la
coya.,
erli.
una
s~ñM~
llamada beata Jacoba, por vestir una
iaya
de jcr.;a. Muerta ella, han desaparecido
las
cbiri 'llias i lH1ailijias, quedando !!olo la
coya.