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tamente
i
esta diferencia es mas a–
centuada
et1
los
huancadanzas, a.rpa–
huancas, jaracoiitos
i
los
jíbaros,
con
sus grotescas .i monstruosas másca
7
ras .de yeso, pintadas de rojo, verde
i
amariUo;
a.sícomo en
la
chu11gr:li11ada
importada
recie,ntementc,_
que ha
sustituido a
lqs
coq.~obados
o
curcun–
c;hQ~
(en quecht1a)
pq¡-
ser casi seme–
jantes en su composici6n, hombres
disfrazados de mujeres.
(El
nombre
procede de Chongos,distrito de finan
cayo
).Cada fi<:st.a, tiene sus .bailes
pre
dilectos,
así, en
el
mes de Mayob
tene~
mos
huaneuda11z~1.
ne¡;-ritós
i
chulí1gui–
nada,
todos .hoIT}lores; ep
Octub1·e,
a–
demas
de
los enumerados, 8 a 10 .cua–
d-rillas diferentes;quedando
reservado
para
el
día de San
Bartolome
los
cor–
cobados.
Las mujeres solo toman par
te en
el
de las
incas,
o
pallas
en otros
h,gares, en que intervienen todas las,
fruteras
i
carniceras, las mas agracia–
das por supuesto; así
como
los carpin
teros ·forman su cuadrilla ele los uegri–
tos; los sombreros de los diablos,
i
la
contradanza
los
sastres; a cada pro–
fesión corresponde u
11
bai
I<;.
. Sol9 nos
ocupa1~emos
del
de
las
incas.
por su índole
i
la
intención
que
éntraña, que ha llamado nuestra a-
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