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VIDA Y MUERTE DE LA SERENISSIMA PRINCESA DE PARMA

401

iítulo de obra que Sommervogel , apo–

yado en la nota que de Sotuelo copiamos

en el núm. 4456, atribuye al P. Miguel de

Oreña

(v,

1931-32).-Pero ni Sotuelo habla

allí de edición que se hubi ese hecho en

Valladolid, ni la que dice hecha en Madrid

el año de 1665 es de otra cosa q ne de la

«

VÍ'da Maravillosa De la Venerable Vú·–

gen D01ía Mat¡ú1a ....

»,

escrita por el P. Luis

. de la Puente, y de que tendremos ocasión

de tratar muy despacio más adelante.–

Véase por ahora el núm. 168 1.

6079.-Vida

y

Muerte de la Serenis ·

sima Princesa. de Parma

y

Plasencia,

tí-aducida de Italiano

en~

Castellano por

el

P. Francisco de Alvarado, de la Com–

pañia de Jesus. En Madrid, en la officina

de los Blandiosos, 1591.-En 12.

0

e.n

8.

0 ).

En

el

artículo del

P.

Seb:istián de Mo·

raes, de quien es el original italiano de

esta

Vida,

anota Sommervogel:

<~ Le

P. de

Backer dit: "trad uit en espagnol par Fr. Al–

varado. "» (v, 128 >).-Dícelo, efectivamen–

te, en el artículo del mismo P. Moraes

(i r,

1369), después de habernos asegurado

en el del P. F rancisco Alvarado, de quien

no sabe más sino que era español, lo si–

guiente: «ll fit paraitre

a

Madrid,

~n

1591,

12,º en la officina de los Blandiosos une

traduction espagnole de la vie de la Prin–

cesse de Parme, écr-ite en italien par le

P. Séb. Morales» (r, 105) .

E s muy raro que Sommervogel no pu·

siera artículo del· P. Francisco Alva rario,

aunque no fuera más que para advertirnos

que se tachara el de Backer, como suele

hacerlo en casos parecidos;

y

tanto más

raro, cuanto que B'acker no ideó él de suyo

la noticia, sino que la sacó,

ó

pudo cuando

menos sacarla, de autores recomendables.–

Ya hallamos mencionada en Barbosa Ma·

chado la

Vz'da

italiana de la Princesa, «es–

crita por seu Confessor o P. ·Sebastiao de

Moraes.... Traduzida por Francisco Alvara–

do Jesuita em Castelhano Madrid. 1591. 8.º»

(nr,

418); y aun en Nicolás Antonio, el

TOMO

IV

párrafo que sigue: «SEBASTIANVS MO–

RALEZ.... Scripsit

Italice~

Vita e Morte....

Romce 1580. in 12 . Franciscus Alvarad us

ejusdem Societatis Hispane, hoc est, Ca–

stellan e, ver tit»

(u,

223 de la I.ª ed.;

u ,

282 de la 2.ª). Y lo que es más de notar, ya

anteri ormente nos había dicho el mi smo

Nicolás Antonio que el D r. Diego Pérez

de Valdivia escribió

«Breve reladon de la

vida , y muerte de la Pn"ncessa de Parma

de felz'ce memoria con annotadones:

cui ex

Itali co translatce á Francisco de A lvarado

fosu ita additiones seu annotationes adjun- ,

xit noster. Ibídem [Barcinone] apud ' Iaco–

bum Cendrat. i587. 8.» (1, 237-38 de la

r.ª ed.;

I,

307 de la 2.ª), por más que ni en

el texto ni en los índices habla de ningún

P. Francisco Alvarado, de la

Compañ.ía

;

pues de los dos que pone de este nombre y

apellido

(1,

305 de la 1.ª

ed . ;

1

1

398 de

la 2.ª), el uno es religioso de Santo Domin–

go,

y

el otro presbítero secular, arcediano

de Briviesca. Tampoco hallamos artículo

del P. Alvarado en A legambe y Sotuelo,

ni siquiera indicación de que el Francis–

co Alvarado, á quien nombran en

el

del

P. Moraes, perteneciera á la Compañía .

«SEBASTIANVS MOHALEZ.... scripsit

Italice

Vitam db 111ortem Serenissimce Marice

Lusitanüe, Principz's Parmce db Placentúe;

quam deinde

a

se versum Hispanice recu–

dit, adscripto suo nomine, Franciscus Al–

varado. Romce typis Blandiis MDLXXX.

in 12.>>, dice Alegambe (pág. 420), á quien

copia Sotuelo (pág. 736) y traduce Melzi

(m, 252).-No conocemos la edición caste–

llana á que se refieren estos bibliógrafos,

pero sí varias italianas, empezando desde

el año de

I

578, entre las que merecen es–

pecial atención las hechas «In Roma. Ap–

presso gli Eredi d'Antonio Blado», la una

de 84, y la otra de 108 págs. en .12.º

Es posible que de los Blados de Roma

salieran los «Blandiosos» de Madrid, que

inventa Backer por haber interpretado mal

la cláusula de Alegambe. Es posible asi–

mismo que de ella, mal entendida, naciera

también la especie de Nicolás Antonio

y

de Barbosa Machado. Ello es que no hubo

jamás impresores ni libreros Blandiosos en

Madrid, ni tal libro como éste de la

Vida

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