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OBRAS DEL CHRISTIANO
la han 1·everenciado, honrado,
y
se1·vi'do.
Sino porque son li'bros, qtte falsamente se los
han atriºbuido, no siendo suyos:
o
por ha–
llarse en los que lo son algunas palabras,
y
sentencias agenas, que con el nimio descuydo
de los Impressores;
o
con el demast'ado cuy–
dado de los Hereges, se les.han
imp~esto
....
»
(iºbid.,
§
IV).-<<Parecio
a
Borja, que debia
representar al Papa, que aviendose notado
algunas doctrinas impressas con nombre
suyo, se harla sospechoso en passar
a
Italia
antes que huviesse averiguado esta verdad
el Santo Oficio: y lo que deseava que fues–
se rendida obediencia, se tendría por fuga
vergonc;:osa»
(ibid.,
cap.
xxm,
§
IV).
Pero, además de que no hay noticia de
que se hubieran impreso en Alcalá ningu–
nas
Ob1·as
auténticas ni su puestas del Santo,
no se entiende qué quisiera decir el P. Cien–
fuegos al avisarnos que se volvió á «reim–
primir solo aquel tratado de Borja en su
antigua pureza» , cuando la aprobación de
Fr. Hemando, que copia traducida alcas–
tellano, es la que aparece al frente del
«Opvscvla qvaeda.m ptá....
»,
de que ya ha–
blamosen el núm. 1481.
·
El P. Bartolomé Alcázar, más mirado
que los PP. Sacchini y Cienfuego>, se con–
tenta con la siguiente nota: «Aviase prohi–
bido, por la Inquisicion .... un libro, publi–
cado con el titulo de
Obras del Duque de
Gandzá;
si bien solo contenla un pe-luello
Ti atado Ascetico del Sancto Duque (escr ito
por el siendo seglar, para su particular de–
vocion ) de pura
y
sana doctrina.
Y
porque,
aviendose impresso, tuvo gran despacho;
los Impressores, por agrandar
d
volumen,
y augmentar su ganancia, le agregaron otros
Tra.tados agenos, sin eleccion, ni aprobacion,
en que avia proposiciones dignas de censu–
ra,
y
todos los prohijaron, y b:i.ptizaron con
el titulo de
Obras del Duque de Grmdia....
~>
(n, 3).
Según el P. Akázar, la culpa fué excl u–
sivamente de los impresores; pero, si damos
crédito al P. Antonio de Salís, «los Luthe·
ranos, q.e no dexaban piedra por movu,
para envolver las doctrinas de la Campa
con las suyas
a
fin de infamarla,
ó
persua ·
dir al publico, q.e
ó
poco,
ó
nada difería en
sustancia de la suya, reimprimieron vn tra-
tado breve, q.e S.n
Fran.code Borja siendo
Duque de Gandia, havia compuesto de ma–
terias espirituales, aña'diendole otras de
otros Authores, q. e ahora se dieron, como
de hecho
10
eran por hereticas, si bien in–
cautam.teno tenidas por tales de sus Autho–
res menos instruidos, y delatandolas con de–
prabada intencion consiguieron se pusiese
el tal libro añadido en el Expurgatorio con
el sobrepuesto titulo.
Obras del Duque de
Gandia.
Pero examinadas las obras dél S.
10
Duque, q.e antes se havian impreso sin
aquellas addiciones, confessadas por tales de
los mesmos impostores, q.e las havian inge–
rido, quedo burlada la astucia y entera la
buena opinion, y credito de S.°
Fran.code
Borja, y de la Cocnpá... .
»
(Los dos Espejos,
r,
15-16).
·
Todavía es más curiosa la especie que nos
conservó el P. Gámiz en sus
«Bvelos de las
Plvmas Sagradas....
»
que ya conocemos.
«Por España (dice) anduvo vn librillo de
tonos, y poesías, que se intitulaba las
obras
del Duque de Gand1á D. Francisco de Bor–
¡a;
el qual dio mucho que hazer,
y
que
examinar para. la Beatificacion de S. Fran–
cisco de Borja: y finalmente se descubrio,
que aviendo sido el Santo Duque muy afi–
cionado
a
Musica, y compuesto algunos to- .
nos sagrados¡
a
buelta de estos imprimieron
otros muchos, no tales,
y
por acreditarlos
los sacaron con aquel hermoso titulo....
»
(págs.
204-
5).
Mas éstas no debieron de ser las
Obras
de que tratauios, aun dado que tuviera fun–
damento la singular noticia del P. Gárniz.
Las prohibidas en el
l ndt'ce
del inquisidor
Valdés formaban, á lo que nos asegura la
tradición más autorizada, una colección de
Tratados ascéticos, en su mayor parte su–
puestos ó malamente atribuídos á San Fran–
cisco de Borja, cuyo nombre llevaban en el
título, y algunos de ellos de mala
ó
peligro–
sa doctrina.
Lo cual supuesto y suficientemente com–
probado por lo que nos dicen las historias,
no hallamos más que dos colecciones sobre
que pujiera recaer la prohibición: la de
«.Las Obras Muy dettotas....
»,
ó
la
«Segvnda
Parte de las Obras del Illvstrissúno Se–
ñar Don .Francisco de Borja....
»;
pues la