VIDA DEL VENERABLE
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Di'ctiotm.,
y puso al pie del título copiado de
Backer, la nota Sous le nom de:
El
Li'ce11-
ci'ado Don Gerouimo ttarez de Somot;a»
(col. 1033), atribuyendo también la obra al
P. Alonso de Andrade, el de Toledo, como
se conoce por la
Tabla de autores
que trae
al fin (col. 1261). Pero cambió luego de
opinión en su
Bibli'oth.,
donde dice así: «Le
P. de Backer attribue, d'apres Sotwel, au
P. de Andrade [el Toledano]....
Vida del
P.
P edro Claver, de la Comj>aiiia de jesus.
il!fadrid, lv.Iaria de Qttiiío11es, IÓJ7
[?]
8.
0
Elle n'est pa de lui, mais d'un jésuite du me-–
me nom..... [conviene á saber, del P. Alon–
so de Andrade
J
né
a
Santa-Fé de Bogo–
ta, xvu• siecle»
(1
1
328). Sin embargo, algo
más adelante vuelve
á
corregirse de nuevo,
y
en el suplemento al artículo del Toledano,
dice: «Je crois qu'il est l'auteur de la
Vi'da
du P. Claver (1ó57)
1
que j'ai attribuée
a
un
autre Alphonse de Andrade...., qui ne se
trouve pas dans nos catalogues» (vm, t 639).
Así es la verdad que no se halla en nin–
guno de los de aquel tiempo, y que ·á me–
diados del siglo
XVII
no había realmente en
la Compaflía ningún P. Alonso de Andrade
Neogranadino. Por lo cual, imitando el
ejemplo de Somrnervogel, aprovechamos
esta ocasión para confesar de plano haber–
nos engai'iado también nosotros cuando en
el
Prólogo
de la nueva edición del librito
De la Felici'dad eterna de los Santos
(Ma–
drid, 1881)
1
seguimos el parecer del P. Fran–
cisco Oudín, que, mucho antes que Borda
y Vergara, atribuía igualmente la
Vida
á
un P. Andrade 4.natural de Santa Fe de
Bogotá» (págs. xxx1v-xxxv).
Y vaya de correcciones y enmiendas.
«SUAREZ,
jer()me.
Antonio , dans sa Bi–
bliotheca Hispanica, demande si cet auteur
appartient á la Compagnie. Je n'ai pas de
données suffisantes pour résoudre la ques–
tion; cependant Sotwel n'en parle pas et Ca–
ballero ne le cite pas parmi les ecrivains de
la Compagnie. Vida del Padre Pedro Cla–
ver. Madrid, 1657
1
8.
0
», dice Backer (m,
984).-En efecto: «HIERONYMVS SVA–
REZ (an Iesuita?)
cripsit-Vidade!Padre
Pedro Claver.
Matriti anno
I
657. in 8.», se
lee en una y otra edición de Nicolás Anto–
nio
(1,
458 de la
I.nj1
1
604 .de la
2.•).
Pero,
en realidad de verdad, no hay aquf lugar á
dudas: «SUAREZ,
jeróme,
qu'Antonio
hésite
a
compter parmi nos écrivalns, ne
nous appartient pas. La
Ví'da del
P.
Claver
qu'on lui attribue, est du P. Alph. de An–
drade....», corno ya advierte Sommervogel
(vu, 1687).-Es la misma
Vida
que hasta
Nicolás Antonio vimos que atribuía al di–
cho
P.
Andrade, sin saber cuál fuese el
nombre supuesto con que la había estam–
pado;
y
la duda que muestra de si sería ó
no de la Compai'ifa este Jerónimo Suárez,
es decir, el Lic. Suárez de Somoza, hubo
de provenir seguramente del calificativo
que en la portada misma de la
Vi'da del
P.
Clave1'
se da él de «alumno» de la
Compañia de Jesús,
y
aun más, si cabe, del
modo como se explica en su dedicatoria,
donde dice: «Mouido.... de las obligaciones
que reconozco a la esclarecida Religion de
la Compañia de Iesus, de quien recibi el ser
espiritual, recibiendome en sus brac;;os, y
criandome con la leche de su doctrina, desde
que la recebi de mi madre natural. Auiendo
llegado a mis manos la vida del Apostolico
Padre Pedro Claver, nueuo ol resplande–
ciente en Santidad, predicacion y exemplo
de esclarecidas virtudes, el qual puso Dios
en el cielo de la Compa!lia de Iesus, para
igual gloria suya, y luz del mundo, me re–
solui a sacarla a luz, porque Antorcha tan
1
uzida no fuesse sepultada en la ingrata tier–
ra del oluido, y es grande gloria de mi Sa–
grada Religion (que assi nombro a la que
siempre tengo por Madre, y de quien siem–
pre me preciaré ser hijo) que tenga en estos
tiempos tan esclarecidos Varones, que pue–
dan ser honra de sus primeros Padres, y
emulos de sus virtudes....».
Pero de sus mismas palabras se ded uce
con harta claridad que el Lic. Suárez de So–
moza no era de la Compañía, sino educado
en sus escuelas
y
agradecido á la enseñanza
y dirección de sus maestros.-Dedúcese tam–
bién de su propia confesión que él no fué
· autor, sino simple ed·itor, si es caso, de la
Vida del
P.
Claver;
así como luego, del
Proemi'o
que va á las hojas 1-3, que el ver–
dadero autor fué alguno de la Compafifa.–
Que éste se llamaba Alonso de Andrade
consta evidentemente por el testimonio que