VIDA DEL SOBERANO
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giosas, cuando constara ser de autores de
casa , puede decirse que se consideraban
como bienes abandonados y sin dueño, tales
que, especialmente si eran de cosas tocantes
á la Orden , daban derecho al primero á
quien le hacían falta, para que las utilizase
á placer, con ciertas condiciones: entre ellas
la de adornarlas de modo que pudieran pa–
recer en público, ó limpiarlas de las man·
chas y borrones que habían impedido ante–
riormente su impresión .
De lo uno y de lo otro uos dió buen ejem–
plo el P . Nieremberg. De lo primero, en su
famosa obra de los
Varones Ilttstres
de la
Compañía , cuyos cuatro tomos están aca–
dos en gran parte de las
Cm·tas de edifica–
cion
y de las
Anuas
que solían enviarse
manuscritas á los Colegios para el uso par–
ticular de los nuestros ; y de lo seguudo, en
esta
Vida
1
de San Francisco de Borja que
escribió el P. Vázquez, llena de importantes
noticias, pero también de dictámenes erró–
neos y principios subvei:sivos de la unión y
concordia religiosa de la Compañía de Jesús,
que hacia el mismo tiempo trabajaba porque
se introdujesen en las Provincias de Espa–
ña, á título de fundados, según decia, en la
autoridad y práctica del Santo.
Como tal obra era de todo punto impo–
sible que se aprobara en la censura, quedó
inédita; pero como, por lo demás, estaba
muy bien escrita y abundaba en pormenores
que ó ignoró ú omitió por brevedad el P. Ri–
badeneyra, á pesar de que eran dignos de
que se conociesen, juzgó el P. Nieremberg
que prestaría un gran servicio al Santo y
aun á la Compañía en expurgarla de sus
yerros, poniéndola de ese modo en condición
de que pudiera parecer en público sin daño,
antes con gran edificación de sus lectores.
La idea era excelente; no diremos lo mis·
mo de la ejecución. Para que también lo
fuera , pudo echar mano el P. Nieremberg
de uno de dos medios que en semejantes
casos admite y sanciona la costumbre: esto
es, utilizar lo que hallara de nuevo é impor–
tante en el Ms. del P . Vázquez, pero arre–
glándolo á su manera; ó publicar el Ms. con
la advertencia de que salía á luz con las
correcciones indispensables. Nada más sen–
cillo que esto segundo para quien no se
siente con fuerzas ó no dispone del tiempo
necesario para escribir una obra nueva; ni
nada más corriente que lo primero en las
Vida
de los Santos, ni juntamente más
fácil para el P. Nieremberg, tan suelto y
expedito
en
componer libros nuevos como
otros en leerlos.
¿
e figuraría que no era posible decir
mejor lo que copiaba del Ms. del P. Váz–
quez? Mas en ese ca o parece que la honra–
dez pedía que le citase á lo menos donde le
copiaba á la letra. Pero, y ¿cómo citarle,
cuando todavía en el segundo tercio del
siglo xvn sonaba tan mal el nombre del
P . Dionisio Vázquez, que sólo él bastaba
para desautorizar toda la
Vida?
R ealmente era muy embarazosa y com–
prometida la situación del P. ieremberg;
y éste se salió de ella sin atender bastante
á las consecuencias que pudieran deducirse
del corte que dió al asunto, y al peligro en
que se ponia con él de que se le condenara
de plagio ó robo. Él de seguro que no pensó
que cometiera ni lo uno ni lo otro; y salimos
fiadores de que, á sólo haber sospechado que
pudiera calificarse de tal el uso que hacia
del Ms. del P. Vázquez, se valiera de otro
arbitrio menos arriesgado para sacarlo á luz.
Mas, eso no obstante, como es tan visible,
aunque igualmente excusable, el delito de
que se le acusa, no podíamos prescindir de
registrar aquí su
Vida
de San Francisco de
Borja, haciendo sobre ella las reflexiones
que nos han parecido necesarias para poner
en su punto la verdad del caso.
4563.-Vida del Soberano Pontifice
Clemente XI, compuesta en Frances por
el Señor Lafiteau, Obispo de Sisteron; y
traducida al Castellano por el Lic. Don
Andres Rodríguez de la Cueva, Presby–
tero, graduado en la Universidad de Al–
cala.[TomoPrimero-TomoSegundo
'J].
Con Licencia: En
M~drid:
En la Imprenta
de Joacbin !barra, calle de las Urosas.–
Dos tomos en 8.
0
de ps. 416 (s. 15 hs.
p. n.), 414 (s. 3 hs. p. n.).
T.
EL
P.
BENITO ANTONIO DE
CÉSPEDES.
Pues á ésta se refiere seguramente Her-