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EL OBISPADO
Bolgeni intitulada
el Obispado
se impri–
mía en Madrid desde los primeros
meses
de este año de noventa y, dos» (A. 1792,
págs.
743-44)·
«La obra del Jesuita Italiano Juan Vi–
cente Bolgeni intitulada
el Obispado
ha pa–
decido en Madrid grandes contradicciones,
y se puede temer, que al cabo quede aban–
donada, y sepultada. De ella diximos el año
pasado por el mes de Diziembre, que, aun–
que se havia opuesto a su impresion el Se–
ñor Lardizabal, que era uno
dt
los Fiscales
del Consejo de Castilla, no havia logrado
impedir, que se imprimiese, y se puso mano
a la impresion. Al cabo salio a luz este atiO
por el mes de Agosto, o Septiembre;
y
aun–
que esta impresa con licencia del mismo
Consejo de Castilla, despues de haver oido
hablar contra ella a uno de los Fiscales, y
con las demas necesarias, apenas se hizo
publica, se levantb contra ella otro de los
presentes Fiscales, aunque no dizen , si h
1
sido el primero llamado Pastor, o el >egundo
Canga, y Argüelles, o Anchutegui ,·que es
el tercero [nota marginal: «Fue el primero,
que lo es D.
0
Juan Antonio Pastor»]. Qual–
quiera que haya sido, hablb contra la obra
el Obispado
terriblemente, y como un
Ge–
niznro de Utrecht,
a lo que se dize en carta
de Madrid, que tengo presente, y es tanto
como dezir, que abierta, y osadamente e
valio en su arenga de las maximas, princi–
pios, y errores de los Jansenistas. El fruto
de esta arenga Jansenistica del Fiscal fue,
que el Consejo mandase su pender la venta
del libro , y que fuese embiado a segunda
revision, al Cabildo de la Patriarchal de San
Isidro, que es la Iglesia del Colegio Impe–
rial de los Jesuitas. El Cabildo, o su Cabeza
nombrb por revisores de la obra a tres de
sus Canonigos , que no nombran en parti–
cular. Losdictamenes, o censuras de los
c~nonigos, aunque verisimilmente no se pre–
sentaron en el Consejo, se hicieron bastante
publicas en Madrid, y habla de ellas, el que
me escrive desde aquella Corte, como hom–
bre, que las ha visto, y aun copia algunos
periodos para dar alguna muestra de ellas....
De uno de los tres Canonigos revisores h1-
bla como de un hombre comedido, a lo me–
nos comparado con los otros dos; de los
quales dize que,
como si fueran miembros
del Cabildo de Ult'echt defienden horrorosa–
mente lo que aquellos a las veces defienden
con arte,
y
maiía¡
y
es dezir, que sin rebozo,
y con empeño promueven los errores Jan–
senisticos'.... El Cabildo de la Patriarcha
1
de San Isidro, arreglandose a las censuras,
y dictamenes de sus Canonigos, dio la suya,
que fue presentada en el Consejo, y de esta
solo podemos dezir, que el Cabildo es de
parecer, que hai poderosos motivos para
que no corra la obra. Y llegandose este dic–
tamen del Cabildo a la oposicion,
y
arenga
del Fiscal, se puede dar por concluido el ne–
gocio,
y
el Obispado
de Bolgeni quedará,a lo
menos mientras no vengan tiempos , y cir–
cunstancias mas favorables , abandonado en
alguna imprenta....»(A. 1793, págs. 126-134).
«En el tomo anteceden te se hablb.... de la
obra intitulada
el Obispado,
escrita por el Je·
suita Italiano Juan Vicente Bolgeni, y tra–
ducida por un Jesuita E pañol al Castellano,
impre a ya en Madrid en este idioma, suspen–
dida de venderse por un orden del Consejo,y
censurada terrible e impíamente por algunos
Canonigos de la nueva Patriarchal de San
Isidro. Dos respetables Curas parrocos de
Madrid, que havian aprobado la obra, hicie–
ron recurso al Consejo de Castilla, pidiendo
ser oidos sobre el asunto,
y
desde luego se
concivieron buenas esperanzas, de que lo
lograsen, y crecieron estas, haviendose de–
clarado favorable al libro, y contrario a las
furiosas censuras de los Canonigos el Señor
Anchutegui tercer Fiscal del Consejo de
Castilla.... Aun fue la cosa mas .adelante, y
de algun modo se resol vio, que hablasen so–
bre el mismo libro los otros Fiscales del
Consejo, sin que embargase el haver antes
hablado el primer Fiscal Pastor. Pero al
cabo nada se ha visto,·y a lo que juzgo, nada
se ha hecho. Ni los Parrocos han sido oídos,
ni los Fiscales han hablado sobré este asun ·
to; y lo mas cierto de todo es, que la venta
del libro esta suspensa todavía¡ porque no
se ha retirado el orden, o prohibicion del
Consejo» (A.
1794. P.
l,
págs.
477-78).
«El Obispado
escrito por el Jesuita Ita–
liano Bolgeni, y traducido al Castellano por
un Jesuita Español, que es una obra, que no
puede disgustar, sino a los que no gustan