DEFEN A CHRISTIANA
l~l
cion de hazer odiosos
a
les P.•• de la Comp.•
de Jhs. q.
0
esta Satisfac;;ion,
y
Retrata<;;ion
del Cap.•• Cuellar, la forjo el P.• Procur.
0
r
Grál del Paraguay mas no se pllede dLJdar
que es legitima y authentica del dho Cap.",
y assi consta por documentos ciertos,
y
in·
negables , se lee, de letra del tiempo, en el
ejemplar del archivo del Col. de Loyola.
La
D eclamcicm
~
tá hecha en Cordoba
[de Tucuman] a ocho dias del me de No–
uiembre de mil
y
seiscientos
y
cincuenta
y
vn atios
;
y no faltan ejemplares que, como
el de la Biblioteca de la Historia, de Ma–
drid, llevan al fin la iguiente certificación:
«Concuerda con la Original que para este
efecto exsibio anttemi el P.• F rancisco Diaz
Taüo de la Compañia de Jhs su procurador
general por la Prouincia del Paraguay resi–
dente en esta Corte [de Madrid].... En ella
a dos dias del mes de Septiembre de mili
·Y seiscientos
y
sesenta
y
dos año .... Matheo
G.• de l\i[alabean>.
3887.-Defensa Christiana, Politica, y
verdadera de la Primacía de las Españas,
que goza la Santa Iglesia de Toledo,
_.;ontra vn Manifiesto, que con titulo de
Memorial dado al Rey, ha publicado la
Santa Iglesia de Sevilla. Dividida en tres
partes. La primera, declara ser el Maní-.
tiesto menos digno de Iglesia tan grande.
Ser insubsistentes los motivos, que ex–
pressa. Ser notoriamente inciertas mu–
chas de sus erudiciones. Ser absurdas
algunas de sus proposiciones.
Se~
vna
duda, que excita, contraria
a
la vniversal
tradicion, y
a
la especial, y constante de
España, y
a
la piedad religiosa, y mayor
honor de la Nacion Española. La segun–
da, trata el punto en toda forma escolas–
tica. Contiene diversos Notables, vnos
ciertos, y otros, que admitimos para la
disputa. Refiere vn numero grande de
gravissimos Autores de todas las Nacio–
nes, que defienden nuestra sentencia.
Propone autoridades constantes, y cier-
tas de los Reyes, de los Sumos Pontífices,
y aun de los Concilios Generales. Ex–
pressa razones manifiestas, formadas de
testimonios, y hechos innegables. La ter–
cera, satisface a todos los argumentos
antiguos, y modernos, y sobre estos pre–
viene graves, y muy serias reflexiones.
Su Autor el Doctor Nicasio Sevillano.
Quien reverente la ofrece a la Ilustris–
sima Santa Iglesia de Toledo, Primada
de las Españas Con Licencia en Madrid',
En la Imprenta Real : Por Joseph Rodrí–
guez de Escobar, lmpressor del Rey
nuestro Señor, de su Consejo de la Santa
Cruzada, y de la Real Academia Espa–
ñola. Año 1726. -En fol.º, de 558 ps.,
s. 22 hs. p. n.
EL
P.
J UAN DE
CA~lPOVERDE.
Es curiosa la insinuación de Fr. Jacinto
Segura que habla de e ta obra en u
l'lorte
Crihco,
y dice que «ocultando el Autor la
gracia
de su nombre, y
lozmtla
de su ape–
llido, se trasformo en el Doctor Nicasio Se–
villano, que viene
a
ser lo mismo que Ano–
nimo. En la aprobacion, de orden del Real
Consejo, no le parecio bien al Padre Fran–
cisco Sancho Granado, de Ja Compafiia de
Jesus, este desvio de darse
a
conocer el Ar–
tifice de la Obra. Aunque pudo aver ju ta
causa, por lo general no lo sufre Ja pruden–
cia de la Compaliia de Jesus» (pág.
267).
Pero he aquf, antes de pasar adelante, la
aprobación 6
Ceusura
del P. Sancho Gra–
nado, en que el P. Segura debió de leer,
como oculto entre renglones, algo más de
lo que realmente se descubre en ella.-« De
orden (dice) de V. A. he vi to,
y
examinado
con toda la refiexion, que pide punto de
tanta gravedad, vn libro intitulado:
De–
fmsa Clirisit'ana....
compuesto por el Doctor
icasio Sevillano. ,Suspendim al oir este
nombre, y este apellido , pareciendome era
demasiadamente obscuro.... Viendo, pues,
esta obscuridad en el nombre, y en el ape–
llido de el Autor, cuyo libro no vino
a
mis
manos por la suya : me
dediqu~
a
averiguar,