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DECLAR¡\CION SATISFACTORIA
rieta para introducir fraudulentam.
1•
en un
protocolo del oficio del Escribano Jph Al–
bear.... ha mandado S.M. se practiqué todas
las diligencias que sean necesarias para ver
si pueden encontrarse; y acordandome yo
que estando en Roma escribí al S.
0 '
D.
0
Ri–
cardo Wall en Dic.• de 1760 y en el sig.
te
año de
I
76i.... pidiendo estos mismos do–
cumentos convenientes para la prosecucion
de la Causa me contestb S. E. participan–
dome las ordenes que se havian dado
a
este
fin y que despues de muchas diligencias no
se havian podido hallar por haverlos ex–
trahido del Consejo de Indias sin saberse
quando, ni por quien, estimare que V.
E.
mande buscar entre los papeles de la secret.ª
de su cargo estos anteced.
1
•s
para poder sa–
tisfacer al PostuladoF con lo mismo que
entonces se huviese respondido a la instan–
cia que se hizo semejante a la presente, y al
mismo tiempo para reconocer las di ligencias
que se practicaron por el Ministerio de
In- '
días por si pudiesen ahora aumentarse,
ó
repetirse con mas fortuna».
De creer es que el Marqués de Grimaldi,
iniciado también de tiempo atrás en los
secretos de la Causa de Beatificación del
Sr. Palafox, y gran devoto suyo á lo filósofo,
procuraría servirá Roda, si no con la misma
puntualidad y presteza con que años antes
le había servido su amigo Wall, á lo menos
~on
la misma resolución y propósito deli–
berado de haberse de resignará responderle
que, en todo caso, le parecían inútilescuan–
tos pasos
~e
diesen en busca de los docu–
mentos que se le pedían, á causa de haber
desaparecido para siempre algunos, como
aquél, por ejemplo, en que no podía menos
de constar con toda certidumbre la ficción
y engañifa de los PP. Alarcón y Lobera¡ y
no haber otros existido nunca más que en
la imaginación ó la pluma de los Jesuítas
mejicanos, como, también por ejemplo, la
Declaracion
de Escobar «hecha in articulo
mortis contra el Ven.• [Palafox]».
Nada nos va ni nos viene en que real–
mente desapareciera ó dejara de desaparecer
el primer documento, evidentemente su–
puesto y forjado para justificación del Obis–
po de la Puebla, con descrédito de los de la
Compañía. Mas, por lo que hace al segun-
do, hemos de advertir que todavía se con–
servaba original y auténtico á fines del
siglo xvn, en sitio adonde es de presumir
que no se les negara la entrada á los Pos–
tuladores y Abogados interesados en que
no existiera. «La declar.
00
del
L,do
Nicolas
de Escobar la halle en el Archivo de
In–
dias....
»,
escribía el P. Francisco de Ribera,
gran descubridor de los secretos palafoxia–
nos, en carta de Madrid y oviembre 2ode
i692 al P . Ambrosio Ortiz, no menos hábil
en apurar verdades del mismo género.
Gracias al descubrimiento del P. Ribera,
·que se dió prisa á trasladar tan curioso do–
cumento, por miedo, tal vez, de que cayera
en manos destructoras , abundan las copias
de la
Declaraáon
de Escobar. Es posible
que fuera también él quien la hiciera pú–
blica por medio de la imprenta.
3886. -
Declaraéion Satisfactoria, y
Retractacion lvridica, qve hizo por des–
cargo de sv conciencia El Capitan Don
Gabriel de Cuellar y Mosquera, vezino de
la Ciudad de la Assumpcio, ·Prouincias
del Paraguay, ante el señor Don luan
Blazquez de Valverde, del Consejo de su
Magestad, y su Oydor en la Real
Audien~
cia de la Plata, Gouernador, y Capitan
General, y Visitador de dichas Prouin.:.
cias. Sobre La falsedad de las calumnias,
y delaciones falsas, que en dichas Pro–
uincias se han dicho, y leuantado contra
los Religiosos de la Compañia de Iesus,
que por orden de su Magestad ándan
ocupados en la Conuersion de la Genti–
lidad de aquellas Prouincias. Lá qval
Declaracion Pide el dicho Capitan se pu–
blique, y saquen diuersos traslados, y se
embien por todas partes, para que se
conozcan la inocencia de dichos Religio–
sos, y la falacia de dichas calumnias.–
En
fol.
0
,
de 3 hs. n. fs.
EL
P.
FRANCISCO
DÍAZ
TA.~O
(!). .
«Dixose con manifiesto engafio, e inten-