DECLAMACION AL PRIMER ASVNTO
assignetur
Didaco
D'ALVAREZ, pagina
[?
tom.J u, pag. 103», dice Placcio
(11,
62 1,
núm. 2915).
Efectivamente, dice así Nicolás Antonio
en su artículo del Sr. Zambrano: <<Hoc
opus nescio cur tribuat Alegambius,
Bi–
bliothecre Socielatis
auctor, Didaco Alvarez,
Jesuitre» (u, i26). Tampoco sabemos nos–
otros á qué puedan venir ahora esos escrú·
pulas, cuando el mismo Nicolás Antonio,
de quien corrió la noticia hasta al
Diccion.
E11ciclop. Hisp.-Amer.
(r, 11 37, 2.a), nos
había asegurado anteriormente, con la ma·
yor tranquilidad
y
sosiego de espíritu , que
el P. Diego Álvarez <<Sub nomine Me!·
chioris Zambrano, clerici Hispalensis, edi·
dit opusculum hac inscriptione:
Decissio
casuum occ1wre11ti11m in articulo mo1·tis.
Hispali i 6o.¡.» (r, 266). - Como quiera,
bueno hubiera sido que E scudero y Pe–
rosso pensara en explicárnoslo y en poner
de acuerdo consigo mismo al bibliógrafo
español, antes ó en vez de soltarnos el si·
guiente párrafo: «Atribúyese equivocada–
mrnte esta obra al jesuita Diego Álvarez
en Ja
Bibh'otheca Societatis,
como hace no–
tar, al citarla, Nicolás Antonio» (pág. 307,
núm. 891).
Por lo que hace á la
Bibhotl1eca Societa·
lis,
no hay ninguna dificultad. «DJDACVS
ALVAREZ.... edidit sub nomine Melchioris
Zambrano Clerici Hispalensis Opusculurn
hac inscriptione
Decisio Casttmn....
»,
dice
Alegambe (pág. 89), á quien copia y sigue
Sotuelo (pág. 167). Lo mismo dicen tam–
bién, pcr su cuenta, los PP. Quintanadue·
ñas
(Si11g11laria T/1eo/..Mor.,
tract.
1,
sing. r,
núm. 11 ¡ sing. xx, núm. 4, etc.) y Salís
(Los dos Espejos,
r, 91
1
v.).
Lo mismo,
Oudín
(v. A/varez,
Ms., pág.
r.ª),
Lancetti
(pág. 292) Backer (r, I08), Weller (pág.
620),
Sommervogel (D., 18.¡.¡ B.,
1,
222) y Hart·
zenbusch (pág. r.¡.t)¡ y Jo mismo, aun·
que implícitamente, el P. Santiváüez, al
avisarnos en sus
Centurra.s
que el P. Diego
Álvarez, «por escusar aplausos, dio a otro
seglar, que sacase en su nonbre el docto
tratado de casos, que ocurren en el articulo
de la muerte» (Cent. m, núm. .¡.).
Lo mismo nos había dicho tamb!én, se–
gún
hemos visto, Nicolás Antonio, hasta
que tropezó con la obra, y reparó en que
llevaba al frente el nombre del Sr. Zam–
brano. Sin embargo, no podía él igno¡ar
que, si fuéramos á fiarnos de las portadas
de los libros ,
y
á
dar por legítimos autores
á los que suenan en ellas, no sólo estaría de
más, sino que vendría á convertirse en una
especie de juego de niüos, todo este negocio
de andar á caza de seudónimos.
Pero dejando ya este incidente, con la
doble atribución de Nicolás Antonio, se–
guida también ahora últimamente por Hur–
ter (r, 237:
cfr.
263), pasemos á otro más
grave, de que pudiera muy bien haberse
aprovechado Escudero y Perosso, si tenía
interés
ó
gusto en honrar al Sr. Zambrano
con Ja paternidad de la obra.
En el
Prólogo
de ella, que, según se co·
lige del texto, va á nombre, cuando menos,
del clérigo sevillano, leemos la siguiente
cláusula: «Suspectus erat mihi labor hic:
tú quod mea mihi nonadmodum probantur:
turn quod opere illuc contingere quo mente
diffidebam. Sed mearum rerurn studiosi
Yiri,
&
imprimís.
'R.
P. Didacus Alvarez
Societatis Jesu Theologire, quam vocant
Scholasticre,
&
qure de Moribus est per piures
annos professor, labentem confirmarüt, exci–
taverunt torpétem: quorum adhortatione,
&
prredicti patris potissimum auxilio vires
redintegro,
&
in lucern prodire audeo....
».
Aquí se da clara y terminantemente por
autor el Sr. Zambrano. Pero ni podí'a ser
otra cosa si, «por escusar aplausos», tenía
resuelto el P. Atvarez que su obra saliese á
nombre ajeno. Lo raro es que permitiera al
Sr. Zambrano que Je nombrase en el
Pró·
logo,
y encareciese tanto su magisterio teo–
lógico, y aun se reconociese deudor á su
dirección y auxilio. Mas pudo tener razones
de sobra para permitírselo: una, por ejem–
plo, que ahora se nos ocurre, muy poderosa
y valedera en semejantes casos, sería la de
evitar de antemano que se pudiese atribuir
á robo ó plagio gran parte de lo que apare·
cía en la obra y constaba ser evidentemente
mera copia de las decisiones del P. Alvarez.
3882.-Declamacion al primer Asvn–
to, qve la Academia propone, efe Retho-