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POETICARVM INSTITVTIONVM

se la vuelve á atribuir al P. Bernardino de

Llanos¡ mas en el de éste (1v, 1876) sólo

le hace autor de la

Chnstiana poesis,

in–

serta por el colector á las págs. 374-512, ya

citadas, de las

InstituC'iones.

Pero ¿quién es, al fin, este colector que

buscamos? ¿Serálo el mismo P. Bernardino

de los Llanos, ó ,

má~

bien, su compañero

el P. Antonio Rubio, cuando no el Agusti–

niano Fr. Pedro Ramírez?-Por lo pronto,

es evidentemente errónea la suposición de

Leclerc, nacida de la mala interpretación

del privilegio ó licencia del Virrey D. Juan

de Mendoza y Luna. «D'apres la licence

du v1ce-roi (dice Leclerc), le P. PEDRO RA–

MIRKZ,

de l'ordre de S. Augustin, serait le

principal auteur de ce volume....

>)

(pág. 321,

núm. 1236). No, por cierto. El Virrey, en

su licencia, habla así: «Auiendo visto, y

examinado vna parte de lo que se a de im–

primir, el Padre Maestro Fray Pedro Ra–

mirez del Orden del glorioso Padre san

Agustín, aquien la cometí, aprouo el in–

tento». De sus palabras se infiere con toda

claridad que Fr. P edro Ramírez no fué el

autor de esta obra, una de las que se tra–

taba de imprimir, sino sencillamente el en–

cargado de verla y examinarla por orden

del Virrey: consecuencia que, aun sin acu–

dir al texto de la licencia ó privilegio, se

puede sacar de la.letra misma del título,

que dice: «Collt;ctore, eiusdem Societatis

Sacerdote»¡ conviene á saber, de la misma

Compañía de Jesús, en cuyo Colegio de

Méjico estaba instituída la Congregación

de la Anunciada.

Por lo que hace al P. Antonio Rubio, no

es menos visible la equivocación, fundada

ahora en la mala inteligenBia del título, y

su cláusula de «Collectore, eiusdem Socie–

tatis Sacerdote, qui eidé Pr11sidet Cógrega–

tioni. Antonio Rvbio Praefecto». Ya el re–

dactor de la

B ibHotheca J.J!Ie;i'cana

debió de

figurarse que eran uno mismo el

Presidente

·

.Y

el

Prefecto

de la Cohgregación, cuando

atribuyo las

líistitttct"ones

á un « Ruhius

(Antonio)» (pág . 169 , núm. 1524)

1

sin re–

parar en que la misma cláusula los distin–

guía con toda advertencia, ni se ponía el

nombre de Antonio Rubio en el título de

la obra como de autor de ella, sino como

de Prefecto secular de la Congregación, al

tiempo que el Prefecto regular, ósea, el que

aquí se llama

Presidente

de la misma, la

arreglaba y daba

á

luz. El primero era uno

de los Congregantes, como sucede también

ahora, y el segundo un Padre de la Compa–

ñía; siendo muy del gusto de la Congrega–

ción de Méjico, según se puede ver en varias

obras de aquella época

(cfr.

núml;. 831 y

1006), datar en cierto modo las que se pu–

blicaban por su cuenta, con el nombre de

sn Prefecto, que solía ser generalmente al–

gún piadoso eclesiástico. Tal era, sin dúda

ninguna, este Antonio Rubio, muy diverso,

por tanto, del céleqre escritor Jesuíta de su

nombre y apellido, cou quien parece con–

fundirle Sommervogel.

El P. Antonio Rubio, fuera de que no

descolló por sus aficiones poéticas, sino por

sus agudezas filosóficas, es cierto que el 1605

ni se hallaba siquiera en Méjico, donde,

por confesión del mismo Leclerc

(L.

c.,

núm. 1236), sólo estuvo veinticir\co años, ha–

biéndose embarcado para aquella Provincia

á_Io de Julio de 1576.-«A fines de este año

[de 1599], el dia 2 de noviembre se celebró

la quinta congregacion [de Nueva España],

en que.... fué electo procurador

á

entrambas

curias el padre Antonio Rubio....

»,

escribe

á

puestro propósito el P. Alegre en·su

Hú–

toria

(1,

375)¡ y añade algo más abajo : «A

fin del año [

1

6o3].... se celebró la sexta

congregacion provincial.... El padre Dr. An–

tonio Rubio·, electo procurador en la ante–

cedente congregacion, y cuasi todo el tiempo

que estuvo en la America lo habla ocupado

en escribir el curso de filosofía peripatética,

que tenemos suyo, alcanzó de nuestro pa–

dre general licencia para quedarse en la

Europa

á

cuidar de la impresion de sus pa–

peles» (1, 409).-Por el mismo tiempo en

que se celebraba la sexta congregación de

la Provincia de Nueva España, comenzaba

á imprimirse la famosa

Logica Mexica11a

1

ó

sea «Commentarii in vniversam Aristo–

telis Dialecticam.. .. Avctore P. Antonio

Rvbio Rodensi Doctore Theologo Societatis

Iesv, Theologireq; professore. Pars Prior....

Anno 1603. Cvm Privilegio. Compluti, Ex

Officina Iusti Sanchez Crespo», en fol.

0 ,

de 1336 cols., s IJ hs. de port., etc.