POR EL PROVINCIAL
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Prouincia de Toledo. Contra La Iusticia
Ordinaria de la ciudad de Alcaraz, y don
Christoual de Cordoua, vezino de la mis ·
ma ciudad. En El Articulo de la Fuerza.
-En fol.
0
,
de
22
hs.
EL
MISMO
P.
RODRIGO
NIÑO
DE
GUZMÁN. .
De quien dice Alcázar que «edidit hispa–
nice....
Allegatio1wn p1·o tuendo ptre Collt!g.
Alcarazeusis
in fol.» (hoj.
r
14,
v.), aludien–
do, sin duda ninguna, al presente Alegato.
1603.-Por el Prouincial de la Compa–
ñia de Iesus de la Prouincia de Castilla,
Administrador de la fabrica de la funda–
don del
Co~egio
Real de Salamanca. Con
El Dea,
y
Cabildo, y Clero de dicha Ciu–
dad, y Iuezes Subdelegados del Subsidio.
Sobre Si ha de pagar Subsidio de los
quinientos y cincuenta mil ducados, que
se ha obligado
a
pagar
a
su Magestad,
por concordia el Estado Eclesiastico
destos Reynos, de los ochocientos mil
ducados, que en dos años le hizo gracia
su Santidad.-En fol.
0
,
de
4
hs.
EL
P. PEDRO
l\IUÑOZ
(?).
· Fírmalo el Dr. Bias González del Ribero,
de la misma manera que el que vimos arri–
ba aliJúm. 1595; pero el ejemplar de la bi–
blioteca del Colegio de Loyola, que se halla
junto con aquél, tiene ai'ladido de letra del
tiempo: «estos Papeles son del P.e muñoz»,
como queriendo significar haber sido éste
quien los escribió.
Ciertamente, á mediados del siglo
xnr,
á
que uno y otro pertenecen, vivía en el Co –
legio de Salamanca el P. Pedro Muñoz, que
murió en él á
27
de Enero de 1664. ¿Sería
éste el señalado en la nota manuscrita?–
La circunstancia de ser ambos
Jlfemon'ales
en defensa del Colegio de Salamanca es–
fuerza no poco esta suposición¡ pero se nos
figura que la desvirtúa algún tanto la de
que, según nuestras noticias , el Dr. Gon-
zález del Ribero ejercía la abogacía en Ma–
drid, sin que veamos qué razón pudiera ha–
ber para que los Padres de Salamanca se va–
lieran de la firma de un abogado madrileño,
teniendo tantos y tan notables en aquella
ciudad, que pudieran salir á su defensa.
Indicado este reparo, que tal vez deba
calificarse de escrúpulo, hemos de advertir
que, á los pocos al'ios de impresos estos
llfe–
mon'ales,
pleiteaba en Madrid sobre diez–
mos con el Fiscal de S. M. un Pedro Mu–
ñoz, de quien copia el P.
J
ulián de Pedraza,
en su
Jl1emorial de las alegadoues,
nada
menos que siete (hs.
I-
s,
8,
9-JJ, 12, 13,
13-15, rs-16), todas del año de I6SS· En
ellas habla siempre «en nombre de las Ca–
sas y Colegios de la Compal'iia de Iesus de
las Indias Occidentales», pero en ninguna
descubre su estado y profesión. Nadie más á
propósito que él para que le creyér3mos al u·
dido en la nota, si fuera realmente de la Com–
pañía¡ mas parécenos casi cierto que no lo fué.
En el primer tercio del siglo
X\' 11
había ·
también en Madrid un P. Diego Mufioz, Pro–
curador en la corte por Castilla, gran letrado
y muy práctico en
lllemoria!es/
mas éste,
vuelto ya á su Provincia, había muerto en
el Colegio de
Vi
llagareía á
31
de Enero de
1632. De manera que, si no andamos errados
en la fecha en que salieron los de Salamanca,
'
mal pudo él ser el P. Mmioz de la nota.
1604.-Por el Provincial,
y
Provincia
de Toledo, de la Compañia de Jesvs, en
el Pleyto con los Testamentarios, y Here–
deros de la Condesa de San Pedro, Doña
Ana Maria Legarda. Sobre La subsisten–
cia de la institucion de Heredero que la
Condesa hizo al Padre Ioseph Antonio
Zapata, Religioso Professo de la Com–
pañia.-En fol.
0
,
de 10 hs. n . fs.
..
EL P.
PEoRo
DO
rí
GUEZ.
Aunque subscribe el «Lic. D. Pedro Go–
mez de la Caba», se borró su nombre en d
ejemplar de la biblioteca del Colegio de Va–
lladolid, sustituyéndolo con el de
<~P.
0
Do–
minguez».- Realmente es tanto más proba-