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PIISSIMA ERGA

que ése es el que se usa en la Compañía

desde el

~aviciado,

basta

á

nuestro propó·

sito que adjudiquen la

Piissima

al P. Luis

de la Palma, para que podamos y debamos

tener

á

él, y no al

p.

Nieremberg, por su

legítimo autor.

Mas volvamos

á

Sornmervogel, y expli·

quemos dos puntos que merecen alguna

aclaraéión en sus palabras. El primero es

que, según su modo de expresarse, parece

que se inclina

á

creer que el texto original

y que debe atribuirse al P. La Palma, es

el castellano, y no eJ latino, que, en su dic–

tamen, debe de ser traducción de aquél.

Si d•jera que el P. La Palma tradujo un

texto latino al castellano, acaso pudiera ale–

gar en su apoyo la autoridad de Alegambe

(pág. 315), Sotuelo (pág. 570)

y

Nicolás An–

tonio

(11,

57); pero de su traducción del cas–

tellano al latín no apunta siquiera razón

ninguna, ni creemos que tuviera otro fun·

damento para suponerla, que el de habel'se

figurado quizás que en la edición de 1890

se reproducía el texto original del P. La Pal–

ma.-Y decimos que acaso pudiera haber

alegado la autoridad de aquellos bibhógra–

fos para una supuesta traducción castellana

hecha por el P. La

P<~lma

de otro original

latino, porque en el

Exercilium mortis

de

Alegambe

y

Sotuelo, ósea

El Exercicio de

la mue1·te

1

de Nicolás Antoñio, se quiso, sin

duda ninguna, indicar, á nuestro juicio, la

Piissima; y

la forma en que la citan, es

capaz de sufrir, por lo obscu ra y mal traba–

da, aquella interpretación y cualquiera otra

parecida que quiera dársele. - Verdad es

que el P. Francisco Aguado dice también

en su

Carta

de edifiéación que el P. La

Palma imprimió un «exercicio de la muerte»

(pág. 4 ); mas con eso no quiso particulari–

zar la lengua en que se había impreso, sino

la materia de que trataba, como sucede, por

lo regular, en esa clase de documentos.

El segundo punto que decíamos de Som–

mervogel, es el que se refiere al

ofjicio de

Na Sra,

y

podría sospecharse si sería el mismo

de la

Piissima.

Creemo3 :J Ue no lo fué. Para

ésta no tenemos noticia de que hubiera

habido necesidad de andarla remitiendo á

Roma para su revisión. Húbola, en cambio,

á

causa de las dificultades que se oponían en

España, para el

«

Psalteri um D. Bonaven.

tur¡¡ in honorem Almre Mari¡¡

d~cantatum,

dispo itutriqüe per hebdomadam, iuxta ri–

tum Breviarij Romani», obra del mismo

P. Luis de la Palma, diversa ciertamente

de la

Piz'ssima,

y que no llegó á imprimirse,

sino que se conservaba inédita en el Cole–

gio Imperial de Madrid, según Alcázar,

que nos habla de ella (boj. 91, v.).

Pero vayan aquí, como en su propio lu–

gar, dos ligeras rectificaciones. Dice Ximeuo

que el P. Jerónimo Julián dió

fi

luz una

«Piissima erga Deigenitricem Devotio, ad

impetrandam gratiam pro articulo mortis

ex

s~raphico

Doctore Divo Bonaventura

deprompta. En Vale¡:¡cia por Joseph Gar–

cia 1708. en 16.» (u, 248). Lo mismo repite

Backer

(u,

384·8·), y aun Sommervogel,

aunque con la duda

y

pregunta de si la pu–

blicaría «en espagnol

»

(1v, 870).- Supone–

mos que es simple reproducción de la

Piis-

sima

del P. Luis de la Palma, latina,

y

no

castellana.

Dice también Fr. Juan de San Antonio,

hablando de Fr. Francisco de San Antonio

en su

Bibliotheca,

que «suppresso quoque

nomine in pubhcum missit ibidem [ Vallis–

oleti] secundo, typis Josephi de Rueda

anno 1703,

&

3· anno 1708. Opusculum

mortis ex Seraphico Doctore depromptum.

Noviter emendatum sub titulo:

Purissz1na

erga Dei Genitricem devoti'o ad impetra1l–

dam gratiam pro articulo mortis,

vulgavit

Emmanuel Ruiz de Murga, anno 1703»

(pág. 75 de la

1.

3

foliat.).-No sabremos

decir lo que haya de seguro en las que aquí

se dan por segunda y tercera edición; pero

en la que se supone reimpresión enmenda–

da de 1703, con título de

Purzssima,

hay

algún yerro de imprenta, como se colige

de la misma sucesión de las fechas que nos

apunta Fray Juan. Probablemente será la

Piisst'mam

de 1711, cuyo verdadero título

ponemos en el número siguiente, y que es

simple reproducción de la

Piúsima

del P.

Luis de la Palma.

Debió de haber muchas personas, aun

de las más autorizadas, que ya desde el si–

glo

xv11

tuvieran especial devoción y com–

placencia en reimprimida para fomento de

la piedad.-Citaremos dos e¡emplos para