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ESTUDIOS INDIGENAS.
·sucesos. Todo fue fundido por 300 anos de servi–
,dumbre, y solo quedan los nombres geograficos y los
vocablos que ni el tiempo ni las revoluciones han po–
dido destruir. Afortunadamente no ha sucedido lo
mismo con las lenguas Cumana.gota y Tamanaca, estas
hermanas de la lengua Oaribe, como dice Humboldt,
puc pudieron salvar los misioneros Gilli
y
Ruiz Blan–
co en trabajos que son una guia luminosa en el es–
tudio etnogr{tfico de algunos de los pueblos originarios
de Venezuela.
Podriamos concluir esta parte con la euumeraciou
de multitud de vocablos de origen caribe doude figu–
ra la sfbala
Guci,
como articulo, sustantivo, verbo,
interjeccion, etc.; mas esta materia
exig~
un estudio
separado. La sflada
gua,
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hiia
en sus diversas acep–
cioues pertenece
a
tres idiomas americanos: el que–
chua, el guarani
y
el muysca.
No
d~ja
de tener grande interes el estuclio de es–
tos diversos vocablos indigenas conservados por el
uso, durante tres siglos. Su adquisicion, por comple–
t o, seria uu triunfo en los anales clel habla castella–
na. En un idioma como el nuestro, en la lengua de
Cervantes, que es, podemos, · decirlo asi, un resumen
filol6gico
qu~
recuerda todos los tiempos, las conquis–
tas
y
los triunfos rle Espana, en todas las epocas de
la historia; la introduccion razonada d e-- los vocablos
indigenas seria, no solo una novedad, sino m1a con–
quista, porque ellos representan la brillante epopeya
del Nuevo Mundo. No esta distante e l di a en que
los ingenios americanos llenen este vacio de la litera–
t nra castellana, contribuyendo
a
rectificar errores en que
ha incurrido llaEta la misma Academia EspanQla, res–
pecto de ciertos vocablos indigenas por carecerse de
estudios serios respecto
a
los origenes del coutinente.