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ESTUDIOS INDIGENAS.
cion material, social e hist6rica del hombre, su progreso ·
desde el dia en que apareci6 sobre la haz' de la
tierra.
En la misma categoria estau el ge6logo que escu:.
d rii'ia y estudia las capas terrestres, para conocer la
edad relativa de la Tierra
y
los cataclismus del globo,
q ue el arque6logo que desentierra las reliquias de los
siglos, para llegar
a
la cuna de los primeros pueblos.
En la misma categorfa el astr6nomo que hunde la
mirada en las profundidades del espacio, para sorpren–
der los mundos, en su estado genesico, que el anticua–
rio que remueve las cenizas de los sepulcros
y
solici–
ta la obra de arcilla que cre6 la ceramica, la meda–
lla que di6 nacimiento
a
la numismatica. Tan sa.gaz el
micr6grafo que estudia los 6rganos de la flor, el quimico
que sigue las moleculas en todas sus evoluciones, como
el bibli61Ho que no desperdicia la mas insignificante
escritura, desde los mas remotos tiempos de la histo–
r ia del hombre. Tan constante el :fil6logo que pene–
t ra en los arcanos del lenguaje, como el etn6grafo
que estudia las costumbres y emigraciones de los pue·
blos, sus lenguas, sus conquistas y sus origenes.
Que el espfritu ·investigador se :fije en la historia
de las primeras naciones de Asia, cuna del genero huma·
no,
6
en Ia hoya del Mediterraneo, circundada de pue·
blos inmortales en los anales del mundo antiguo, 6
que visite los salvajes sitios del Asia 6 de la Europa
del Norte, por todas partes no tendra sino un mismo
horizonte: la historia del hombre. La localidad poco
importa. Donde quiera que ha habido seres pensan–
t es tiene que haber existido una civilizacion, , una serie
de conquistas, mitos .Y creencias, grandezas y miserias.
Pasar de la barbarie a la opulencia y descender de
la opulencia
a
la degradacion, para volver a ascender,
es una lei de la historia. La actual sociedad vive
.sobre los despojos de las pasadas; y las venideras