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ESTUDIO INDfGENAS.
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Todavia mas: en las di!atadas regiones baiiadas.
por rios que llevan nombres indigenas, al pie de las
cordilleras y
a
orillas de los lagos, como en los ricos
Estados cuyos nombres nos recuerdan
a
los antiguos
Natchez
y
Apalaches, y a las tribus de los Pieles
Rojas, se encuentran pueblos modernos que llevan · los
patronimicos de celebres viajeros, cle bienhechores de
la humanidad, de grandes :figuras de la historia
en todos los siglos. Augusto Cesar, Colon, Napoleon,
La:ffayette, Franklin, Humboldt, Bolivar (muchas veces
repetido), y otros, son los nombres que llevan
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titud de poblaciones que prosperan bajo las alas del
aguila del Norte.
Esto es admirable. Abarcar todas las nacionalidades
del mundo, y proteger todas las aptitudes ; levantar
pueblos en el transcurso de una noche, y reconstruir,
en instantes, los escombros que dejan el incendio, las
inundaciones y la guerra; e.strechar las distancias,
canalizar los rios, comunicar en instantes las costas
de los dos grandes Oceanos de la Tierra; taladrar
las cordilleras; poblar los desiertos; tener siempre la
puerta abierta para recibir
a
los perseguidos de todos
los gobiernos y
a
los hambrientos de todas las na–
ciones; crear, desarrollarse, alimentarse con su propia
savia; rendir homeuaje
a
todos los genios de la
humanidad: esto no estaba reservado sino el pueblo
anglo-sajon, el · primero que fund6 en el hemisferio
colombiano la autonomia de America.
Pero que co:ritraste
!
Mientras que la America del
Norte bautiza
a
muchos de sus recientes pueblos con
los nombres de Bolivar y Bolivia, nosotros no tenemos
ninguno que se Harne Washington; ninguno que nos
recuerde
a.
Humboldt, el sabio predil ecto de Venezuela ;
ninguno que inmortalice nuestras glorias en el conti–
nente: Boyaca, Gameza, Bombona , Picbincha, Junin,
A yacucho.
~
D6nde esta el nueblo que nos recuerde·