140
ESTUDiOS
I~DfGENAS.
versas causas : sea una de las prilicipales, la ausencia
del elemento poblador. A este debe
SU
grandeza ac–
.tual la America del Norte, de tal manera que, sitios
hasta ayer incultos
y
solitarios, se han transforma9-o
·de pooos afios
a
hoi, en hermosas capitales.
Lo que mas nos llama la atencion en el desarro–
llo de la America del Norte y en la fundacion de
sus nuevos pueblos, es la tendencia hist6rica de sus
pobladores. Estos se han propuesto unir a
SU
historia
indigena, representada por los nombres de las gran–
des maravillas naturales y de sus ricos Estados, nom–
bres nuevos que recuerdan hechos hist6ricos de todos
los pueblos de la tierra, de todas las epocas, desde
la aparicion del hombre hasta nuestros dias. Ninguna
Bacion del mundo ha ostentado un lujo de nombres
hist6ricos tan fecundo en la fundacion de sus pueblos, co–
mo la America del Norte. En ella estan los nombres
de los pueblos de Asia, Europa, Africa, Oceania, y
aun de la America del Sur. Mentis, Cartago; Palmi–
Ta, Tebas, Ilyon, Troya, RerculaBo, Pompeya, Esparta,
Atenas y los pueblos biblicos; Paris, Napoles, L6ndres,
Madrid, Pekin y c.asi todas las capitales del. Asia y
de la Europa moderna: Quito, Lima., Mejico, Mon–
tevideo, Panama, Cartagena, Potosi,
Bolivi~,
Cuba, y
·otros pueblos de la America
es~afiola.
· Todos estos
nombres y muchisimos mas, repetidos varias veces,
tienen sus representantes en la gran nacion que fund6
Washington; sintesis geografica de toda la tierra, como
si el a.guila americana, rival de la Roma antigua,
quisiera abarcar el Uuiverso entero bajo sus alas,
segun la bella expresion del distinguido escdtor ecua–
toriano Antonio Flores. (1)
[I] FLOREs.-Sur-america. en Norte-america.
La Opinion
Nacional
de 187'3.