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én'Vuelve,
toma su
carácter en
~~
seno de
la
confidettcialidad acordada por sus autores,
y
que los tres se han enlazado en compañia cele–
brada sobre Santa -Beatt·iz. Ese D. Pascual;
repetimos.otra vez,
á
quien Sarria
y
Herrera eli- .
gieron por figura pará llevar al·cabo. sus pla–
ltes, tuvo la 'debilida·d de aparata-r la cuenta de
foj.
1
cuaderno 4. o rotulado "pruebas de Sar•
ría" err la cual puntualiza la deuda de arren–
~lamientos
al propietario hasta
15
de febrero de
1827,
haciendola existir en la suma tle 8753 pe–
sos' 2 reales, segun de su tenor ·se reconoce;
y
no estando satisfecho con la simple manifesta–
cion estudiada, los compa'ñeros secretos han
peo.
dido en el plei1ario, que bajo de juramento re–
conociese
1~
cuenta, letra
y
fit·ma,
y
sin eonsi–
det·acion, ni respetabilidad
·á
un vínculo -sagra•
ao,
que sien'do ' juridicameñte pregun·tado,
oblig-a
á
todo hombre social, sea cual fuese
su
profesion religiosa, confesó la letra,
y
]a efec–
tiva existencia de la deuda conductiva al loca–
flor Torre, en la suma de los 87
53
pesos
.2
rea–
les, como aparece d-e la . declaracion de ·foj.
2
vuelta· cuaderno 4. o dicho. D. ·Manuel Ri–
·'Vas, que fue su de·pendiente -primero,
y
delSpues
')o fué de D. Manuel Agustín de la
T~rre,
·que manejaba
a
·este
á
su arbitrio como
e8
·notorio, pues · que· se ·dice con 'bastante proba–
bilidad que lo hizo
o
quiso hacer gu alvacea,
~que
en fuerza de esa influencia le arrancó el .
·consentimiento, para la nueva sublocacion
de
1
Santa Beatriz, como hemos indicado en otro
\lugar, que es una misma persona con Gue·rrero
'tambien dice .que existla esa pro'pia deuda
'de
ltrtendamientos·en
la
-predicha suma -en ·su car'-