Previous Page  13 / 372 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 13 / 372 Next Page
Page Background

VII

contagioso como el sueño político; pero la retirada del proyecto

de ley escolar ha venido á abrir violentamente los párpados pe–

sados: «¡De pie y unidos!))-ha dicho Lieber en Magdeburgo;–

y este grito de guerra corre

á

través del país, y nunca como

ahora el despertar del pueblo católico ha sido tan palpable y

general.

Quizás n·o se ha hecho notar suficientemente que el despertar

de los católicos alemanes se ha manifestado en el dominio de

las ciencias y las letras tanto como en el

terreno político. «En

otros tiempos-decía en uno de sus i'11timos números, no sin

cierto despecho, la

Kreurzeitung,-en

otros tiempos no se cono-

cía nada de· literatura católica, y hoy en día existe una)). Esta

literatura católica es ya, en efecto, floreci.w1te: he procurado

trazar un pequeño bosquejo de ella en el capítulo consagrado á

los Jesuitas alemanes. Los Jesuitas, que habían reanimado ó for-

talecido el sentimiento cristiano en las masas con sus célebres

misiones, no han permánecido extraños al movimiento cientí-

fico y literario de la Alemania católica: ellos han aporta

un

contingenle muy respetable al batallón de escritores y sau.......

qu e combate á la sombra de la bandera de la Iglesia.

No exageraré si digo que el historiador Janssen, cuya biogra–

fía da fin

á

este volumen, es el modelo más acabado del sabio

católic.:> y uno de los jefes incontestables de ese batallón: debía

tener un medallón aparte en esta galería. Un periódico enemigo

le ha llamado el

~Windthorst

de la historiografía ultramontana»;

sus amigos han aceptado este reproche qut:, á sus ojos, es un

título de gloria. Sí, janssen fu é para la ciencia católica lo que la

Perla de Meppen para el Centro: su influencia ha sido enorme

y durará mucho tiempo: el histori ador del puebl o alemán es uno

de los faclores más poderosos del despertar de este pueblo.

Los

Estudios relig iosos

y

políticos,

cuyo bosq ucjo acabamos de

trazar ¿encontrará la misma benévola acogida que

Los cató–

licos alema11es,

publicado hace algunos meses? Mu cho nos ale–

graríamos de poder pensarlo así. El público ha saludado con

simpática admiración á los católicos alemanes, tan grandes en

la lucha, tan animosos y tenaces en la resistencia, tan dueños

de sí y tan intrépidos en los desastres,. tan prudentes y modera–

dos en el triunfo. Volveremos á encontrar aquí los mismos

héroes en condiciones diferentes, pero con las mismas cualida–

des y los mismos resortes de corazón y de espíritu.

En conocerlos hay siempre interés

y

provecho: que nadie,