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RZOBISPO DE LIMA.
santo objeto. La Iglesia era demasiado rica
y
poderosa, para que no olvidase la obra de la
salvacion de la almas por intereses humanos.
Los que debian
unir~e
para el trabajo espiri–
t ual, estaban cordialmente divididos por mise–
rables a piracíones.
o es por lo tanto sor–
prendente , que hayan abundado los disturbio
eclesiásticos bajo un v·rey Arzobispo, que de–
seaba sincera1nente la paz
religios~.
Los canónigo ·
del Cuzco traian los ma
reñidos altercados con
su obi po l\1ollinedo, el amigo del gran poeta
Calderon, por asuntos de disciplina. Aunque
para contener á los mas inquietos se tomaran se–
ri as pro i nci
; uno de eHos _halló ásilo entre
los jesuita
n e tir e la sotana,
y
otr_o, que
había baj
o '
im , o tenia desde aquí la agi–
tacion con
us cartas . En
u1to las monja de
Santa Catalina, violentadas en sus elecciones por
el provincial de Santo Domingo, á cuya órden
estaban
incorporadas, quisieron someterse al
obispo; su salida tumultuosa del monasterio á
causa de
las vejaciones que sufrian, produjó
grande escándalo ; siéndoles adversos los tribu–
nales y sosteni éndolas la opinion, se dividió la
ciudad en enconados bandos;
y
para impedir
grandes disturbios fué nece ario conte1nporizar
on ella
haciendo , l
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