RZOBISPO DE LIMA,
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,e fué dada noti ia por los atalayas poco ante de
las ocho de la ·mañana; ya habian perdido su avan–
zada : pero, en un combate d.esesperado d·e siete
horas dentro de la poblacion, mataron al capitan
Warlen con otros diez
y
nueve hombres. intré–
pidos, hicieron igual número de prisioneros y
tuvieron de su parte veinte y tres 1nuertos
y
al–
gunos mas heridos. La no temida derrota que–
bran
t6
la audacia de aquellos filibusteros; la pér–
dida del gefe les trajó la discordia,
y
los mas
perec~eron
por los excesos, contrariedades ó pri-
.
vac1ones.
El Virex trató de fortifica
ejor los puerto
contra las
e a
invasiones; pen
6
en rodear
de murall
' la codiciada Lima; liizo formar
causa al g
fi
e l
e cuadra nviada
á
Panama~
por si al perseguir al ene1nigo habia incurrido en
culpables descuidos;
y
deseó mas bien que esperó
le
presencia de una armada peninsular del otro
lado del i tmo para impedir la aproximacion de
los piratas. Su principal esperanza para la de–
fensa de la capital reposaba en la fuerza de caba–
llería.
Aunque se estaba en paz con Portugal, se supo
con desagradable sorpresa, que los brasileros se
hallaban disponiendo poblaciones
~n
tierras per–
ten
ciente~
á
la corona de Ca tilla por la frontera