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ARZOBISPO DE LIMA.
socorrer
á
Panama con gente, ar1nas y dinero
á
guardar el pa o del Darien y á ajustar paces
con aquello indios, quienes se comprometieron
á.
pasar
á
cuchillo,
á
cu~ntos
enemigos quisieran
ir de uno á otro océano .
. Por este tiempo, un destacamento de filjbu -
ero hostiliz el puerto de Barbacoa ; otro que
<lespues de haber apre ado una barca de indios, ba–
bia arribado á Tumaco dió en una emboscada, y en
ella perecieron siete de lo ocho, que habian des–
embarcado, incluso
u cabo Dolman, quien no
quiso aceptar el cuartel ofrecido. El grueso de la
fuerza, bebiendo apresado algunas e1nbarcacione
en su n
a
·
n h 'cia el nr
up por los pri-
sione o 1 pr
ciones del
Oall
o;
alejándose
de aqu.í
ueo
uert de 1
de
embarcó en
oquiinbo, p gó fueoo
á
1a S ena, cuyo vecino
habian intentado quemar los buques de los in–
vasore , e ta ionó sin opo icion en las islas de
Juan
1
crnandez,
y
regre ó para invadir el pueblo
.
-
de Arica, donde.por las reine as de Potosi espe–
raban hacerse los piratas de un rico botín y reci–
bieron el
ina
évero escarn1iento.
Los valero os ariqueños e
vi~ron
sorprendido
el 9 de Febrero de
16 1
por los terribles inva–
sores , que habían de embarcado dos leguas
á
barlovento,
y
de cuya proximidad
á
la plaza solo