D.
AGU~TIN
JÁlJREGUI.
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despedida con que honraban
á
los pocos corregido–
res que no .les maltrataban, así como en
ei
cariño
filial
á
cuantos les favorecían con oficios paternales.
Los inhumanos partí.dar· os de malos tratamientos,
no debian contar en adelante con una cobarde ire–
signacion, que, segun es de temer, cuandio las
ofensas pasan todo límite. habia cedido su lugar
á
la más fiera ".enganza. Una de las más útiles lec–
-cienes de la historia es la que enseña: á las castas
dominantes
á
no abusar de su predominio
y
ser jus–
tos con los inferiores, cuando no por sentimientos
de humanidad, por propia conveniencia. El Go–
bierno, si pensó ante todo en fortalecer su autori–
dad, no olvidó la repres:iion de los abusos, exten–
diendo su accion protectora
á
todas partes con una
-0rganizacion administrativa mejor sistemada.
APÍTULO
DON AGUSTIN JÁUREGUI.
1780-1784.
Poco
t~empo
tuvo el virey Jáuregui para pensar
en las reformas, laabiend0 estado ocupado constan–
temente en el restablecimiento
y
consolidacion del
sosiego público
y
teniendo que entender al princi–
pio de su gobierno en la defensa ®el vireinato con–
tra la invasion de los ingleses. Sin perder días hubo
de e aminar el estado de las fuerzas, trató de com-