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rona Real e hace n poner esta pi·ovincia debajo de u
obediencia y en paz
o iego, a eu agrade cimi nto la
mi ma tierra, la cual no ha de pagar a todo . Bien ·
é.
que e gran yerro 1 mi part , doutle hay tanto cabal! -
ro.
y
e lo ·o
el
1
ervi cio de u Príncipe
y '
ñor poncll
delante la obligación qn tieueu a ervirle porqu yo no po–
dré tanto encarecerlo, cuanto
é
que en todo hay oluntad
de mo tra1 lo por la · obra ; a í que, d bajo de tal confian–
za, quiero dejar para
1
tiempo del efecto la pre uncir)11
de vuestra lealtad
y
la razón d nue tra ju ticia;
si
algunos tu icre1i nece idacl d arma o caballo· o herra–
je, díganmelo qne de todo le haré proveer e:onforme a
su nece idad, porque como, señore , vení de lejo ', tod a–
vía ternei falta de algunas co as' .
Todos quedaron muy ati fecho , pare ciéndole 1-
:1.ueen todo tenía mucha razón, y ste día
apo entaron en
Lima y a ca,
y
e:tuvieron alguno día con mucha ne–
ce idad de ba timentos, y fué nece ario mandar a un a–
pitán qu fue. e con gente de pié a la sierra a traell de
comer ; n el real d 1 Adelantado e supo y mandó a
Paulo enviase mucho indio a defendelle que no pudie–
sen proveer e
ele
co. a ninguna. Antes de to había ido un
vecino de Lo Reye a un pueblo uyo qu se dice lea,
cinco legua. de Lima y asca, a tra r ba tiro nto ; el
cual. por e tar lo indio alzado porque Paulo los tenía
prevenido ,
fné
con algm10 amigo uyos, de
l~
cual fué
avi ado el Adelantado,
y
envió gente de pié y de caballo
a prend llos, por un camino que bajaba al mesmo valle.
Lleaaron a media no ·he apelEdando ' ' Almagro y mue–
ran lo traidore. ", queriéndolo prender, y llos no lo
·con. intiendo (qu
SC'
hicieron fuerte ) , adonde e tiraron
halle tas; má como lo. del c1 lantado eran muchos, lo
prendieron
y
mataron clo e. pañole
y
quedaron mucho