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caballo, escribió a Alonso d e Alvar ado que en ninguna
manera hiciese n i moviese cosa p or donde viniesen a
rompimien t o, sino que se estuviese quedo, y si le pare–
ciese se r etrajese trabajando todo lo posibl e por venir
en toda quietud y concierto.
Cuando est a ·gente volvió, ya el ejército de Alonso
d e •Alvar adü era desbaratado, y paresciéndoles que me–
jor era dar la vu elta
y
hacerlo saber al Gobernador, lo
hicier on así, y, hallándole n el valle de La Nasca, sin–
tió tanto las nuevas como era razón, habiéndose hecho
tantos
d~servicio
· a Dios y a V . lYI., y más los muchos que
s e esperaban; y p or evitar lo futuro, acordó enviar al
factor Illan Xu arez de Carvajal, y al licenciado Es i–
nosa, y a Diego de Fuenmayor y al ·li<lenciado de La Ga–
ma
al Cuzco para que hablasen al Adelantado, y diesen
medios entr e ellos de manera que lo por venir se reme–
diase. Llegados al Cuzco y
comunic~nclo
con el Adelan–
tado a lo que venían, no quiso venir en concierto nin–
guno, diciendo que no perdería un palmo de tierra de la
que V .
M:.
le había dado por su provisión, y que para
esto
esta.badeterminado de ir a Los Reyes y tomar la
posesión de la ciudad; e visto por los dichos Factor •e-Li:
cen ciados no querer ponerse en razón, DiiJgo de F uen–
mayor le man ifestó una provisión de la Audiencia que re–
side en la E spañola que, pronosticando estas diferencias,
traía para e te fin, poniéndole por autoridad della muy
grandes p en as para que él ni sus Capitanes no salie–
sen con mano armada de esta ciudad hasta que V. M. pro–
veyese lo que más fuese servido. El Adelantado y los de–
más hicier on i>urla dél teniendo en muy p oco sus reque–
.rimientos. Visto por el Fuenmayor el poco caso que des–
t o se hacía, pidió licencia al
Adelanta.dopara se volver ;