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Pues como Orgoñez llegó al puerto con cuatro de ca–
ballo, mandó a los ·dos que le subiesen porque tenían los
caballos mejores, y él quedó esperando gente; a
medí~
noche, poco más, se juntaron hasta veinte de caballo,
y con ellos subió el puerto y caminó toda la noche, y
otro día anduvo hasta un pueblo donde estaban los in–
dios tan descuidados, que conocieron claramente haber
errado el camino que el Inga llevaba; desde allí se vol–
vieron porque no podían pasar adelante. Vuelto a Ur–
cos hizo repartir por los españoles toda aquella ropa;
y el Sol que el Inga había dejado allí, que era de oro fí–
nísi.mo,con otras piezas de oro
y
plata, lo hizo lle–
var para Paulo, porque entre ellos es tenido en la ve–
neración de Dios,· porque dicen que el Sol es el que
hace y cría tollas las cosas. En este comedio, el Adelan–
tado escribió a Orgoñez que se viniese, porque indios le
habían avisado que venía mucha gente de Los Reyes,
y
dejando las cosas del Inga se vino al Cuzco.
Arriba dije que Alonso de Alvarado envió trece de
caballo a hacer saber al gobernador Pízarro lo que pa–
saba; como se partieron, fueron con toda la priesa po–
sible hasta llegar a la costa, adonde .en un pueblo que
se dice el Gual'co se encontraron con el Gobernador, que,
habíend~o
toda la más gente que pudo, se ve-.
nía a esta ciudad. para entender en la pacificación· de
la tierra, y como fué informado de todo lo que pasaba
hasta el estado en que los trece habían dejado las co–
sas, dijo suspirando : "Buen pago me ha dado el Ade–
lantado, habiendo perdido un hermano tan buen caballe–
ro como Juan Pizarro
y
despendido con la gente que
1levo todo cuanto en mi vida he adquirido, y juntamen–
te con elio de lo que he tomado de los quintos rei;iles".
Y despachando luego el Capitán, y con él . cincuenta de