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aprouecharian ,de las cosas que en ellas uviesse,
y
a.ssi quedarian ricos
y
medrados, y para su mer–
ced seria gran bien y eterni<,;aria su memoria y
buena fama. Y assi le escriuio otras muchas y di ·
uersas cosas, a todas las quales el dich0 Naruaez,
como . nombre proteruo y contumaz, no quiso
nada conceder, paresciendole que podria facil –
mente prender a Hernando Cortes y tomalle todo
quanto tenia,
y
despues quedarse con la tierra, y
esta cuenta hazia ·sin la huespeda. Auiendose pues
apoderado de la Villa y auiendo quitado las Justi –
.cias della, y poniendo otras de su mano, los vezi–
nos
y
pobladores que auia en ella lo escriuieron
por ia posta a Hernando Cortes, diziendole quien
era el que auia venido,
y
la yntencion que tenia,
y
la gente y nauios que traya, de lo qua! rescibio
gran pesar y enojo . Pamphilo de Naruaez embio
a dezir a Montezuma, con vn yndio que le dio el
gouernador Theµdillo, como Hernando Cortes era
~n
mal hombre, y andaua huydo y fuera del ser–
uicio .de su rey y señor natural.
y
que como tal
hombre fugitiuo, se auia hecho cosario
y
robador
de lo ageno, y si alguna cosa le d ixesse, no le cre–
yesse, por quanto el. venia a cortalle la cabe<,;a,
y
dalle libertad y bo lu"elle todo quanto le uviesen
tomado, porque el Rey su señor se lo auia assi
mandado para que hiziesse justicia del. Y con
esto le etnbio a dezir otras muchas cosas sin le
escriuir, que fueron muy perjudicial¡s a Hernando
c;=ortes y a sus capitanes, que cierto fueron di spa-