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yuan los nauios a la bolina, que cassi los bordos
dellos yuan besando en el agua de la mar. Como
era ver'ano, y por esta costa, es muy mala de na–
uegar por este tiempo, passando por aqui, yendo
adelante, tuuieron asaz de grandes trabaxos, espe–
cialmente· de vila braua tormenta que les sobreui-–
no, en Ja qua! muchos tuuieron entendido que to–
dos se auian pe anegar en aquella tempestuosa
mar. Mas plugo a la diuina bondad de Dios Nues·
tro Señor que vieron las tres candelillas que lla–
man los marineros de Sane Telmo, cuerpo sanc–
to, y para esto el Presidente, con buen animo , dio
esfueri;;o a los medrosos con vn cuento muy an–
tigo que les conto de Polux y Castor y de Elena
su hermana. Y desta manera llegaron muy desba–
ratados a las tierras de la Gorgona, donde a la
contin.a no haze sino llouer much?, y por aquesta
costa tuuieron tambien mala nauegación, con los
ymportunos aguazeros y por ·las gr andes corrien–
te:¡ y vi entos contrarios. Nauegando desta mane–
ra, ·llegaron a la ysla del Gallo, con no menores
trabaxos, en donde .el Presí ente encontro con
Pedro~Hernandez
de Pan y Agua, el qua! le dio la
carta que traya de Go ni;;alo Pi <;;arro, y fue del muy
bien rescebido , y luego le d io cuenta de todo lo
que Je auia passado en ·el Peru, y. al Presidente le
peso mucho de los grandes trabaxos
y
peligros
que auia tenido por alla,
y
por ot ra parte se hol–
go de la buena y alegre nueua q ue le dio. acerca
de los hombres que.auia en la cibdad de Lima
.
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