y
oficiales del exercito que a la contina estauan
con el, a los · quales dixo con palabras mansas y
humilldes que todas estas cosas y las <lemas que
se hazian en la tierra, eran obras de Dios
Nuest~o
Señór, que ya tenia por bien de visitar y de redi–
mir, por su ynfinita
~ondad
y misericordia, los
reynos y prouincias del Peru, de tanta vexacion y
tirania en que estauan puestos y oprimidos de
tan crueles tiranos. Pues como digo, assi como
los mensajeros dieron al Presidente su embajada
y
las cartas que 'trayan de los capitanes que los
embiauan, luego le dieron la buena pro de su lle–
gada y le besaron las manos
d~
parte de los capi–
tanes ·qúe estauan en Caxamalca, los quales le (r )
offrescian sus personai,¡ y haziendas para en ser–
uicio
~e,. Su
Magestad. El Presidente los rescibio
muy bien y con. mucho plazer y alegria, y tuvo
por muy
bue~o
todo lo que auian hecho en ser–
uicio del Rey , con protestacion de lo gratific::ar
muy bien en Su Real nombre, por lo qua! uvo
tambien gran regocijo y plazer en el Real exerci–
to, en saber todos tan buenas nueuas cornó de
cada dia venían de diuersas .partes. De manera que
todos aquellos-que andauan rezelosos del gran ti-
'
rano y de su maestro
~e
campo y de los <lemas
de sus capitanes, ya no auia ninguno en este co ·
medio quien los temiesse, sino que todos a por–
fia se al<,;auan contra ellos, como contra brauos y
. .
(1)
En el ms.
les.
G. de Santa Ciara.-:u.-; .
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