fue contra Diego Centeno. Allende desto le con·
tarnn de como auian preso a Lope de Aya la, the·
niente que auia sido de Gorn;;alo Pi<;tarro, y que
todos le estauan aguardando para le servir en
nombre de Su Magestad con sus personas, vidas
y haziendas. Nueuas foeron estas por las quales
rescibio gran contento,
y
poniendose de rodillas
en el s.uelo dio ynfinitas y muchas graci as a Dios
ruestro Señor, por tanto bien y merced como le
hazia;
y
cierto que el tenia mucha razon de lo
agradescer a Dios, porque tuuo entendido que en
,llegando a tierras de Peru, auia de hallar .gran
controuersia y mal rescibimiento de los tiranos.
Además desto rescibio mayor plazer y alegria
quando le vinieron a besar las manos ciertos me,n·
sajeros de los capitanes Diego de Mora, Gomez
de Aluarado, Juan Proceli, y Juan de Saauedra,
los quales estauan con mucha gente en el pu.eblo
de Caxamalca, 9e la qua! era maestro de campo
Juan Gon<;talez de Lean, hombre valeroso en la
, tierra. Principalmente fue mayor' su alegría
qué\~·
do supo que en el pueblo <lel Guayaquil y en Ja
'l..v..
cibdad de j:¡i; t , estaua n al<;tados dos capitanes.
en nombre de Su Magestad ·contra.Jos tiranos r.e–
beldes, que eran Francisco de Olmos, pariei:ite de
Gorn; alo Pi<;tarro, y Rodrigo de Salazar, el toleda–
no, que comunmente llamauan el Corcobado. Con
estos acrecentamientos de alegrias que por horas
le v.enian, cons idere el lector lo que haría
y
di ·
ria, y assi llamo a todos los religiosos, capitanes,