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bro 14,
y
Estrabon en el libro
I
7, Diodoro Siculo
en el 4
1
dizen que
los
antiquissimos egipcios, an·
tes que uviesse philosophos en Grecia, solían sig–
nificar las cosas por ymagines
y
figuras
y
caracte–
res, y estas ymag ines llamauan
los
escritores hie–
rogliphicos y simbolos. Algunos de
)os
quales
ynterpreta Plinio en su
Historia natural,
y Crinito
De ltonfsta disciplina,
y Pero Mexia en su libro de
Silua de varia
lición,
con otros muchos,
lo
d <;cla–
ran tambien. Y si los escriptores no nos engañan
en esto que
qu·~ero
d
ez.ir,digo que se ofresce aquí
vna duda, y es que como los phenices a
lo
que
dizen ynuentaron las letras, paresce que los mexi·
canos, como .descendientes dellos, auian de ·tener
al gun vso, o rastro del las, en planchas o én pie–
dras. A esto se responde que Aristotiles no dice,
que fueron phenices, sino cartaginenses, los que
fueron a vna ysla que distaua por espacio de na–
uegacion de muchos dias de la costa de Berueria,
:?
los phenices ll egaron tan solamente a la ysla de
los atunes. Luego las letras que los mexicanos
auian de vsar auian. de ser letras de los cartagi–
nenses, de los quales se · tiene entendido y aun
creydo que las tomaron dellos,
y
no de las que
agora hazen los africanos, sino las que entonces
usauan, que eran las letras reales de cosas pinta–
das y mudas, como fueron las pinturas que leyo
Eneas de la destruycion de Troya, en el templo
de Cartago, como aca tenemos las historias pinta–
das
y
mudas que parescen en retablos y en líen-