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ydolo. Aquí sacrificauan muchos hombres y mu–
geres tomados en las guerras, haziendo muchas su–
perticiones diabolicas, y juntamente ellos se san–
grauan y se punc;;auan las orejas y
los brac;;os, y
[con) la sangre que se sacauan vntauan con ella la
boca
y
las manos del ydolo. Pedro de Aluarado
pregunto a Mo ntezuma que significaua aquel bayle
y borrachera ; respondio que era vna fiesta muy so–
lenne que en cada año se hazia en honrra de su
dios, que .turaua ocho días, y que dello no tuuiesse
ningun rezelo. Pedro de Aluarado no creyendo es–
to, tuuo entendido y aun creydo que se querian
alc;;ar contra ellos para librar a Montezuma como
sus leales -vasallos, por lo qua! determino con loca
ossadia y gran temeridad, de los almorc;;ar (como
dizen)
ant~s
que los yndios los mata seo
y
se
los comiessen. Salio Pedro de A luarado la segun–
da noche (de] donde estaua, con ·parte de los su–
yos , dexando primero a los <lemas en guarda de
Montezuma, y fueron a donde estauan los yndios
baylando y descuydados <leste rebato, y comen–
<;aron vn juego tan furioso con ellos, que mata –
ron muchos yndios de lo-s que alli auia, a diestro
y siniestro. Los mexicanos quando sintieron la
matanc;;a que en ellos se hazia, dexando los sacri–
ficios y bayles acudieron luego a las armas mas
de veinte mili dellos, y fuero u contra ·ellos, a los
quales hizieron a pedradas y flechazos retirar a la
casa fuerte que tenian. Entrados en ella los espa–
ñoles, se defendi eron valerosamente de los yn-