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teno y L ope de Mendoc;a les hablaron largo y les
manifes taron las nueuas que auia de l vencimi ento
de Pic;a rro , porque el mensa jero que es taua pr e–
sente las propuso por verdaderas, y de la ynten –
cion que tenian y lo que de termin auan hazer, y
qu e para esto les diessen fabor y ayuda, como an –
tes lo au ia n prome tido. Como todos los de l cabildo
lo desseaua n mu cho por sen1ir en ello a Su Mages –
tad, y por ma ta1- a Fra ncisco ele A lmendras, que le
desseauan la muerte,/ tornaron otra vez de nue uo
a offrecersse co n sus per son as
y
haz ienclas,
y
con
juramento que no falta ri an ele s us pa labras, ni me–
nos dexarian de hazer aquello que auian di cho a n–
tes el e agora . Despues de a uer co ncluydo a ques tas
cosas di eron la ho1-den y ma nera de la fo rma que
a ui an de tener par a haze r e te negoc io, por lo qua l
Di ego Centeno juro de la nte de todos los pre entes
que no aJc;a ri a mano para hazer esto, hasta a caba–
llo o morir en la demanda,
y
luego juraron lo mis–
mo L ope de Mencloc;a y Alonso P er ez de Cas tille –
j o, co n los demas que esta ua n en la co nsulta . He–
chas estas juras se hizieron con much as firmezas
y
luego en pr esenci a de todos nombraron
y
eligie–
ron en nombre del R ey a Di ego Centeno por Ca –
pita n gener a l
y
justicia maybr , que para ello los
del cabildo le dieron poder
y
facultad has ta que Su
Mages tad mandasse otra cosa . Otrosi, pai-a que
ca ti o·a se a Gonc;a lo Pic,:a no
y
a Francisco de Ca–
rauaja l su .\Iaestro de campo, el e los c rimines y
excesos que auian cometido
y
los fuesse a busca r
a donde qui e r a que es tuuiessen, y par a qu e cast i–
gasse a Fra ncisco de Almendras , de las c ru e ld a-