merca de res
y
de los vez inos; mas plug o a Dio
que sucedio la cosa de otra ma nera. Ya los dos es –
quadron es querian arremete r el vno contra e l
otro quando r epentinamente Don Balthasar de
Cas till a; hijo del conde de la Gomera, que es tau a
con Hinojosa, y Andre
de Areyc;:a, panamense,
saltaron en medio de los dos esquadrones, cada
vno por su par te [y] dixeron a
grand~s
boz e :
¡Paz, paz , caualleros, paz p or amor de Dios!;
aya toda conformidad y buena h erma11dad;
y
con esto se detuuieron los dos esquadrones y luego
se pussieron treguas por dos dias para trata r
le
negocios y conciertos. Y pa r a g uardar se es tas tr e –
guas se di eron de la vna parte rehenes , que
el
la
parte de P edro Alonso de Hinü-josa fu e dado Don
Ba lthasa r de Cas tilla, y los panamenses dieron de
la s uya a A ntj.r es de Areyza;
y
con es to es tuui eron
qu edos e n aquei campo mi entras que los v nos y lo
otros se concertassen. De la parte de Hinojosa y
de s us cap ita nes, por justifica r su causa
y
negocio,
dixeron que no sa bía n la cau a y r azo n porque les
resistía n y vedauan la entrada en la cibdad,
~iendo
los vnos
y
los otros g randes seruidores de Su Ma–
ges tad, principalment e ,-ini endo, como ve ni an, a
satisfa
z.erlos daños
y
agrauios qu e Herna ndo Ba–
chicao aui a hecho" Mas qu e ellos ve ní an de paz a
comprnr a lg unos bas timentos, que vení an faltos
porque tení an necesidad de e llos, y que trayan
mandado de Go rn;alo P ic;:a r ro que no hi ziessen ma l
a nadie , ni peleassen contr a per so na a lg una s ino
fuessen yrritados y compelidos a ello,
y
que e n–
ton ces se deffendiesse n lo m jorque pudiessen. Y
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