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zieron casso dellas, porque no q uissieron hazer cosa
yndeuida contra sus honrras , Otros r espondieron
a ell os que no quissieran (1) oyr ta les sandeces
y
locu ras , ni amauan oir tal es palabras; y es tos q ue
ass i escriuieron, que no deuieran, les pesso des–
·pues, porque e l Visorrey lo vino a saber
y
a lgunos
-dellos les cos to las vidas, como luego diremos. Re–
.zelandose el Visorrey de s us enemigos, que a rre–
muda le perseguian, a nduuo tanto quanto le fue me–
nester,
y
antes de llegar a l pueblo de Ca lua aynas
le prendiera Juan de A.costa, que dio sobre el a l
quarto del alua
y
como se embara<;o con los pri –
meros tuuo tiempo de esca parse, y viendo Juan de
Acosta que se le auia ydo
y
que no aui a podido
hazer effecto, repa ro y no passo mas adelante. El
Visorrey llego a Ca lua con mucha fatiga y hambre
y
bien destroc;ado , y no es tuuo aqui au n del todo
seguro del tirano, que tenia creydo que au n hasta
alli no le dexa ria estar quedo has ta hechalle fuera.
de toda la ti erra del P eru. Estando en este pue blo
le fue certifficado, o Ségun otros di xeron que so–
bre s ospecha que tuuo de sus capitanes Geronimo
<le la Serna
y
Gaspar Gil, que se car teauan con e l
tirano
y
que le andauan por prender
y
lleuallo a
G on<;a lo Pi<;arro. Aunque otros di xeron que por–
que se auian ade lantado a qüebrar yng J?JJ.ente__illl_c
·estaua en e l camino por donde auian de passa r,
hastaque 11 egas3e el tirano para qu e los alcan<;a–
sse alli , y este rio es ta en la prouin'ci a'de Ambabo–
('a. Por estas cosas el Visorrey mando su piLa men-
( 1)
Ms.
q11hsieron.