L..
III
también n uti 'rrez de anta Clara otra cualidad
aún más relevante,
y
es la animación del relato, la
habilidad n trazar caracteres
y
el estudio íntimo d
los p e rs najes, quienes, lejos de resultar seres abs –
tractos, se hallan
~agistralmente
dibujados
y
11 n ·s
de vida; sigui ndo la huella de nuestros cronistas
medioevales com-o Fernán Pérez de Guzmán n sus
Generacione
y
semblanz.as,
une los rasgos fí sico
á
los psicológicos, conociendo la mi teriosa relación
ue los enlaza casi siempre; buen ejemplo d e llo es
e l retrato de ernando Bachicao,
,tuerto de nube
y
con una gran cuchillada por la cara, presuntuoso,
cruel, avari nto, mal cristiano, gran derrenegador;
gran ladr 'n que
á
toda ropa hacía; muy ufano c n
. llamarse onde título que se había dado á sí mismo,
y
con un fantástico escudo de armas que tenía pin–
tado en su casa CÍel Cuzco ( r).
Aunque n profundamente, conocía uti 'rrez la
historia r mana, que debió de 1 er en compendios ó
n traducciones, pues no sabía latín bastante para
---
sab rearl sen su texto original ( ...); esto le llevó á in -
tercalar en s us
uinquenarios
bastan tes ar ngas,
frías
y
soporíferas algunas, otras verosímiles, puestas
en lugar conveniente
y
aun llenas de ruda elocuencia.
( r)
Quinquenarios;
libro
JI,
cap.
f.
(2)
'uando en lo
Qui11quenarios
covi textos latino pone muchos di
paratc .