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dauan contentos
y
alegres, lo que no hazian los
fieles seruidores de Su Magestad
y
a~igos
y
affi–
cionados del Visórrey, los quales andauan muy
tristes y rezefosos de los Oydores. Yten, comen<;o
por otra parte el Oydor Ce peda a dar grandes y
auentajadas pagas
y
socorros a todos los soldados,
del dinero que se saco de la caxa de Su Magestad,
a ·dos fines y propositos: ló vno, porque teiiia yn–
tencion y gran voluntad de salir al campo con los
dos Oydores sus compañeros y dar batalla a Gon–
<;a~o
Pic;arro si no se q uisiesse reducir al seruicio
del rey
y
venirse a ellos. cómo Real Au,diencia,
hecho hombre particular y sin cargo ninguno, em·
biandole la susp ension y reuocacion d e las horde –
nanc;a·s.
Y
e l otro fin y motiuo que tuuo fue porque
los solda'cios de la cibdad no se ·l e fuessen al exer–
cito
~ontrario,
aunque ya muchos dellos
y
d'"' los
principales vezin:os se aujan anticipado a yrse alla,
porque todas las cosas nqeuas ·aplazen.
Y
p0:i;que ·
los soldados le tomassen mas amor y buena volun–
tad los aposiento cte nueuo por las casas de los_vezi–
nos, repartiendolos a como tenían de renta de sus
r
pueblos
y
segun la possibilidad de cada dellos,
porque los días atras los auian hechado ·de sus ca–
sas por temor .de Gonc;a lo Pi c;arro,
y
cassi los mas
de los soldados se fueron a posar a casa de los yn–
dios que. estan fuera de la cibdad. Muchos destos
soldados mal yntencionados no u vieron bien res–
cebido el socorro del auerde Su Magestad, quando
luego se fueron al exercito de Gonc;alo Pic;arro a
le seruir, porque dezian que alla dauan mayores
pagas
y
auentajados socorros. Y como Cepeda se