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manera ver su libertad. Aun no era bien llegado a
tierra Vela Nuñez, quando Diego Garcia de Alfa–
ro salio de traues de entre las peñas y farellon y
los comen<;o cle seguir con_gran priessa a remo y
vela, y luego Vela Nuñez entendio el engaño y ar-·
did que con el se auia vssado, y queriendose tor·
nar a los nauios no pudieron, ca los .arcabuzeros
los atajaron de tal manera que quedaron enlaza–
dos. Vela Nuñez, como los vido estar a punto de
guerra y bien armados .Y con sus arcabuzes enca–
rados, no se atreuio a pelear con ellos, por la mu–
cha ventaja que le tenian, porque no eran mas de
seys hombres los que con el venian, y desarma–
dos, aunque trayan arcabuzes, y por no auenturar
las vidas de los suyos §.e dio a Diego Q:arda de
Alfaro. Martín de Piñiga que en el otro barco ve-
"nia, como vizcayno porfiado y
cabe<;~do
hizo todo
lo a el posible por no dexarse prender de los con–
trarios, y assi se deffendio vn rato, que no se que–
ria dar, y desque oyo que Vela Nuñez le_mandaua
se rindiesse, se dio, que de otra manera, segun el
dezia despues, que primero que se diera a los
enemigos del Visorrey, su señor, que le auian
de hazer peda<;os. Diego Garcia de Alfaro dixo
a Vela Nuñez que hiziesse de tal manera q_ue los
nauios se diessen y entregassen a la Real Au–
áiencia, y que no se fuessen, pues estauan al<;ando
velas y las ancoras.
Y
que si se yuan que jurauan
a tal y a qual que luego lo auian de matar y a los
que venian con el, y que los capitanes del exer–
cito harian lo mismo del Visorrey su hermano,
pues estaua toda la tierra escandalizada y al-