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otro, para que pudiessen tomar por concierto, o
por alguna via y manera, los nauios, o alguno de–
llos; y con esto se
par~ieron
de la cibdad y lleg-a–
ron al p\leblo de Guarua en dia y medio, porque
fueron por la posta caminando de dia y de noche
en buenas azemilas que los cibda_danos les dieron
para este effecto. Diego Garcia de Alfaro se fue
por la costa abaxo en sus barcos a popa via, y
como llego al puerto de noche se escondieron todos
detr:as de vn farellon que junto a los nauíos esta·ua,
que no fueron dellos sentidos, y porque no fuessen
vistos de los marineros no los acometieron hasta
que Don Juan de Mendoc;a y Ventura Beltran lle–
gassen por tierra, para que con algunas balsas les
ayudassen; mas de otra manera sucedio la cosa,
como luego diremos. Como Don Juan de Mendoc;a
y Ventura Bel tran y los que yuan con ellos llegas–
sen por tierra, siendo cassi medio dia, comenc;aron
con presteza de hazer balsas grandes con ayuda
de los yndios del pueblo, y en el entretanto que se
hazian se pusieron algunos arcabuzeros en vn alto
junto adonde los barcos estauan escondidos, co–
menc;aron de capear a los de la flota para que al–
guno dellos viniesse a tierra con .alguna barca.
Diego Aluarez Cueto, con los demas caualleros
parientes del Visorrey, tuuieron creydo que eran
de los amigos y seruidores de Su Magestad a quie–
nes auian escript0, como atras queda dicho, y que
se venian huyendo de los Oydores, por lo qual
Vela Nuñez
s~
vino hacia tierra en vn barco, y
Martin de Piñiga en otro, para los ver y recoger y
saber nueuas de su hermano, que desseaua en gran