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CAPITULO XLIII
DE COMO LOS OYDORES EMBIARON AL VlSORREY A LA
MAR, PARA LO EMBIAR EN VN NAVIO A ESPAÑA, A QUE
FUESSE A DAR CUENTA. A SU MAGESTAD DE LO QUE POR
AC~
AUIA HECHO, Y NO FUE RECEBIDO EN NINGUNO DE-
LLOS, Y DE LO DEMAS QUE PASSO
Como e l Oydor Juan Aluarez era el que horde–
naua los despachos
y
las ynformaciones que se
auian de lleuar ante la Sacra Magestad,
y
como
hombre que siempre auia pr tendido la prision del
Visorrey, hizo todo aquello que a su proposito con–
uenia, assi en lo que tocaua a las ynformaciones
comJ en otras cosas anexas a e llas. Hechas, pues,
y hordenadas estas cosas,
y
toma·cta la resolucion
de lo que se auia de hazer, los Oydores entreg:aron
al Visorrey, con mandamiento, a Nicolas de R)be–
ra, alcalde hordi ario, a Ventura B e ltran y a Die–
go de Aguero, y a otros muchos hombres princi–
pales de los de la Lig a, para que todos en buena
guarda lo lleuassen a embarcar en un nauio para
en que fuesse a España. Ase de saber que los tres
Oydores Cepeda, Texada y Juan Aluarez, no se
atreuían ni ossauan t ener al Visorrey en la cibdad,